El contundente triunfo que el intendente Julio Garro obtuvo en la interna de Juntos por el Cambio que se disputó en las PASO del último domingo consolidó su liderazgo dentro de la coalición que gobierna La Plata desde 2015, pero además desnudó las flaquezas de su contrincante, el senador Juan Pablo Allan, quien no pudo retener los votos que llevaron a su referente nacional, Patricia Bullrich, a ser la más votada en la ciudad dentro del espacio.
Con los números que obtuvo, Allan no solo cedió ante Garro sus intenciones de ser el próximo intendente, sino que quedó relegado al cuarto lugar entre los candidatos con mayor caudal de votos, detrás de Julio Alak de Unión por la Patria y de Luciano Guma de la Libertad Avanza.
El corte de boleta fue el gran protagonista de la elección e inclinó decisivamente la balanza en contra de Allan. En el escrutinio provisorio Patricia Bullrich obtuvo en La Plata 71.077 (lo que en la interna representa el 51,68%), contra 66.451 (48,31%) de Horacio Rodríguez Larreta.
Pero en el rubro intendente, Allan -quien iba colgado a la boleta de Bullrich- sacó 55.148 votos, casi 16 mil votos menos. La relación con Garro, que sacó 91.382, fue de 62,3% a 37,6% en favor del intendente.
Pero no solo eso. Además de resignarse a la derrota en la interna, Allan quedó relegado al cuarto lugar si se toman en cuenta las performances individuales de los candidatos, lo cuales quedaron en el siguiente orden:
1 Julio Garro (jxC): 91.382
2 Julio Alak (UxP): 69.873
3 Luciano Guma (LLA): 64.598
4 Juan Pablo Allan (JxC): 55.148
LAS CAUSAS
La falta de muñeca política para contener a todos los sectores que se referencian en la ciudad con Patricia Bullrich aparece como una de las razones centrales del fracaso de Allan en su intento de hacer lo que en otras oportunidades amagó: enfrentar a Garro, un aliado estratégico desde que ambos forman parte del PRO, aunque no comparten el mismo sector interno.
Esa diáspora del bulrichismo en La Plata comenzó a vivirse en el mismo momento del cierre de listas del 24 de junio pasado, cuando se confirmó el respaldo de la candidata presidencial al senador y se produjo una fractura total de su espacio en la ciudad. Dos de los históricos referentes locales de la ex ministra de Seguridad, como el funcionario municipal Mauro Palummo y el legislador bonaerense Daniel Lipovetzky decidieron dar el portazo y no acompañar a su precandidato a intendente Juan Pablo Allan.
No solo eso. Ambos dirigentes decidieron acompañar al intendente Julio Garro en su intento de reelección y por lo tanto trabajaron activamente por su triunfo promoviendo el corte de boleta.
Ya en ese momento el escenario fue visto hacia el interior de Juntos por el Cambio como una deficiencia en la contención de parte de Allan. De los otros tres bullrichistas que pugnaban por ser precandidatos a intendente, sólo Julio Irurueta lo acompañó integrado la lista de concejales.
También se analiza hacia el interior de la interna de Juntos por el Cambio platense que otra de las razones de su fracaso está vinculada con el tipo de alianzas que el senador eligió privilegiar a la hora de pensar su armado. Especialmente hablan de sectores de lo que fue la juventud del PRO que encabeza el expresidente del Concejo Deliberante Fernando Ponce, grupos vecinalistas sin laureles electorales como el que encabeza Gerardo Jazmín, sectores ligados a Emilio Monzó como el liderado por Marcelo Daletto o la preminencia de dirigentes recién llegados a la política partidaria, como el ex fiscal Marcelo Romero, a quien llevó como primer candidato a senador.
Con la derrota de este domingo Juan Pablo Allan volverá al llano a partir del 10 de diciembre próximo cuando cumpla el segundo mandato como senador por la Octava Sección capital y deberá recalcular su estrategia política para seguir teniendo algún gado de injerencia en el marco de la interna de Juntos por el Cambio.