El presente pincharrata parece ser inmejorable y mucho de ello es gracias al recambio que se propuso a principio de año con la llegada de Eduardo Domínguez. Con una racha sin derrotas de 15 partidos al hilo, luchando por la punta del campeonato local y ya clasificado a la próxima fase de la Copa Sudamericana, Estudiantes tiene enfrente un nuevo desafío en el certamen sudamericano: buscar la victoria este miércoles cuando reciba a Red Bull Bragantino en la quinta fecha de la fase de grupos para terminar de asegurarse el primer puesto.
Respecto a este presente, Domínguez valoró en conferencia de prensa el valor y el esfuerzo de sus dirigidos tras su llegada. "Es mucho de los jugadores, porque ellos volvieron a creer en ellos. Eso nos hace creer a nosotros. No hay que ponerse límites ni techos, no saber hasta donde vamos a llegar. No me interesa donde vamos llegar, porque sé como queremos caminar este camino y de eso se trata. Después nos plantearemos cuando se estén finalizando las competencias veremos. ¿Nos da para eso? Vamos", sostuvo.
Cuando se le consultó por el desafío de dirigir a un plantel de semejante jerarquía, dijo: "¿Quién no quisiera tener el problema de si poner a Carrillo o a Boselli? Cualquiera quisiera tenerlo. O dirigir jugadores que han jugado mundiales. Ante esos panoramas, veía el potencial y los objetivos que se habían puesto".
"En principio creo que no soy el gran responsable, creo que la dirigencia ha tomado decisiones cuando las tenía que tomar. Y los que juegan son los jugadores, yo no hago los goles, yo no tapo goles, yo no tengo vallas invictas. Nos hemos entendido desde el primer día y nos hemos apoyado mutuamente. Creo que ellos está generando esta expectativa que el hincha lo percibe", expresó valorando una vez más lo que hacen los futbolistas.
Por lo pronto, mientras en City Bell se disfruta el momento pleno, Domínguez planifica el encuentro frente al equipo brasileño para arrabatarle el sueño del primer puesto, que podría beneficiarlo al Pincha para la elección del rival en octavos. "No saldremos a ganar por obligación o necesidad, sino porque queremos ser mejores. Así tomamos todos los partidos, para ganarlos tenemos que tener mejores argumentos que el rival", analizó.