En las horas decisivas para la presentación de las listas que competirán en la PASO del 13 de agosto, uno de los dirigentes de Unión por la Patria –el nombre que llevará lo que hasta ahora es el Frente de Todos– que trabaja para postularse como precandidato a intendente, aparece complicado debido a las causas judiciales que enlodan a sus referentes y mentores políticos.
Se trata del concejal Guillermo Escudero quien, en este momento de negociaciones e incertidumbre, debe lidiar con la trama que tiene en el foco de la Justicia al exintendente Pablo Bruera, investigado por los presuntos sobornos pedidos por su gestión para rezonificar lotes para que sean aptos para el plan Procrear.
No solo eso, en ese tránsito el dirigente también parece tener que pagar el costo de la condena que recayó sobre Mariano Bruera, uno de los hermanos del ex mandatario, quien ya fue condenado a seis años de prisión por “asociación ilícita” en el marco del juicio que se realizó por esos mismos hechos.
El vínculo político de Escudero con el sector del peronismo platense que encabezó Bruera y llegó a conducir los destinos de la ciudad durante ocho años es directo. Lo alimentó durante el tiempo que ocupó cargos en la Municipalidad, entre ellos el más importante fue el de Secretario de Seguridad. Y lo profundizó más adelante, cuando fue el ungido como el hombre de confianza para integrar las listas electorales cuando el apellido del exintendente empalideció por el desprestigio político.
La condena a Mariano Bruera y la apertura de la investigación a Pablo ya empezaron a impactar en las intenciones de Escudero de presentar lista como precandidato a intendente cuando el sábado próximo venza el plazo para hacerlo. Lo padece -sobre todo- en las dificultades para nutrir a su armado de dirigentes de otros espacios que robustezcan sus chances. Pero también en el tránsito de una campaña lanzada hace ya tiempo, pero sin una incidencia clara en las negociaciones de la últimas semana.
Los afiches con el rostro del concejal aparecen en el centro de la ciudad y parecen el eje de la campaña. Pero lejos está eso de su trabajo territorial mostrado en otras elecciones con fotos junto a líderes de otras líneas internas del peronismo. La sensación entre sus allegados es que el lastre por las causas judiciales le impiden tejer alianzas para sostener la candidatura, la cual parece jaqueada a pocas horas del cierre.
Parte de esa situación aparece vinculada a la estrecha relación de Escudero con Bruera y su familia, de la cual nunca pudo o intentó despegarse.
La historia muestra que después de ser secretario de Seguridad muniicipal, Escuedero fue el elegido por el propio Bruera como la figura “presentable” para los turnos electorales posteriores a 2015, cuando el exintendente perdió la elección con su sucesor Julio Garro, en buena medida a causa de la trágica inundación de 2013.
Así, Guillermo Escudero logró aparecer en las listas de Unidad Ciudadana de 2017 para acceder a una banca de diputado provincial, para luego –en 2019– postularse como precandidato a intendente en las PASO de cinco listas que ganó Florencia Saintout. En esa oportunidad quedó tercero, detrás de Victoria Tolosa Paz.
Su derrotero no quedó allí. En 2021, con el Frente de Todos ya en el poder, su nombre volvió a ser puesto en la mesa de negociación por el bruerismo, esta vez para sacar los pies del plato, romper la unidad que se buscaba y enfrentar a la lista de concejales oficial encabezada por el exjuez Luis Arias. Fue otra vez derrota, aunque como alcanzó el piso necesario para intercalarse en la lista como minoría logró el acceso a la banca del deliberativo local, puesto para el que tiene mandato por dos años más.
El bruerismo insiste con sostener alguna cuota de poder dentro del peronismo platense después de haber perdido también la conducción partidaria, hoy en manos de La Cámpora, y por eso vuelve a la carga con la postulación de Escudero. A diferencia de la elecciones anteriores, cuando el flanco judicial aún no estaba tan expuesto, la condena de Mariano Bruera y otros funcionarios y la investigación abierta a Pablo Bruera, parece hacer impensable el sostenimiento de esas aspiraciones en un 2023 tan adverso.
LA CONDENA Y LA INVESTIGACIÓN
Mariano Bruera fue condenado a 6 años de prisión y 10 de inhabilitación para el ejercicio de la función pública al ser encontrado culpable del delito de "asociación ilícita" luego del juicio oral desarrollado durante dos meses en el fuero Penal de La Plata. En una resolución por unanimidad el hermano del exintendente fue sentenciado en primera instancia.
Junto a Bruera fue juzgado el ex funcionario municipal Enrique Sette, quien fue condenado a 8 años de prisión al sumársela la condena por "exacciones ilegales" y "cohecho pasivo" al tiempo que tiene prohibición perpetua para el ejercicio de la función pública. También fue condenado a 3 años de prisión en suspenso el empresario Gustavo Orlandi, quien para los jueces pagó un soborno para lograr la rezonificación de lotes en la localidad de City Bell.
La causa se inició por la denuncia del ingeniero agrónomo y empresario platense Guillermo Andreau en el año 2014, cuando los hermanos Bruera aún estaban en el poder. Según aseguró, los entonces funcionarios del Gobierno municipal le pidieron 220.000 dólares para rezonificar un terreno de su propiedad, para luego dividirlo en lotes y venderlo a beneficiarios del plan de viviendas Procrear.
Una vez conocida la condena a Mariano, los jueces del Tribunal Oral Criminal II de La Plata, Claudio Bernard, Silvia Hoerr y Hernán Decastelli, hicieron lugar al pedido de la fiscal de juicio Victoria Huergo para que se reabra la investigación y se siga en línea ascendente de mando. La medida también alcanza a particulares que (se sospecha) habrían pagado coimas para lograr las rezonificaciones de sus tierras para volcarlas al mercado inmobiliario.
“Dispónese que se extraigan copias de la totalidad de la causa, conforme lo solicitado por la Sra. Fiscal de Juicio, y se remitan a la instancia de instrucción para que se pueda proseguir con las investigaciones y responsabilidades de los funcionarios públicos mencionados a lo largo del debate: Jorge Campanaro, (el abogado Lorenzo Jorge) Tomasi y Pablo Bruera incluso, como así también de los particulares involucrados”, dispusieron los jueces, según se destalla en la puntillosa resolución.
Más allá de la suerte judicial que corra el exintendente Pablo Bruera en la nueva causa, la condena de su hermano y el cuso de la investigación parece instalado de lleno en la agenda política platense y se cierne amenazante sobre las aspiraciones electorales de cualquiera que sostenga vínculos tan directos como los que expone Escudero con ese sector del peronismo platense