Agentes de la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de Interpol, la Superintendencia de Cooperación Policial Internacional, detuvieron a dos argentinos acusados por el delito de "homicidio agravado", a requerimiento de la Oficina Central Nacional (OCN) del organismo en Montevideo. En relación a los hechos que se les imputan y de acuerdo a las investigaciones realizadas por las autoridades uruguayas, la víctima -un empresario hotelero- fue tomada por sorpresa mientras dormía, maniatado de piernas y brazos y asfixiado hasta morir. El cuerpo fue hallado semidesnudo, envuelto en sabanas y en estado avanzado de descomposición y el crimen tuvo una fuerte repercusión mediática.
Tras el brutal asesinato, los investigadores descubrieron que las tarjetas de la víctima habían sido usadas sin éxito para extraer dinero y realizar compras. Las grabaciones de los cajeros permitieron, así, identificar a dos hombres e incluso se pudo ver al empresario con uno de ellos. Familiares y amigos del hombre asesinado explicaron que solía tener visitas de ciudadanos argentinos cuyas descripciones coincidían con las de los sospechosos y fue así que los agentes comenzaron reunir pruebas para dar con ellos.
Gracias a la colaboración solicitada a la División Individualización Criminal de la Superintendencia Federal de Policía Científica de Interpol y el uso de un software biométrico de reconocimiento de los rostros, los efectivos lograron dar con la identidad de los hombres buscados a partir de un listado de ingresos aportado por la Dirección Nacional de Migraciones.
En ese marco, Interpol Uruguay lanzó una orden de captura y dos notificaciones de Índice Rojo que fueron publicadas el 28 de marzo pasado. En las últimas horas esa búsqueda finalmente dio resultado y los implicados fueron detenidos por agentes de la Policía Federal Argentina paseándose por La Plata. El primero de los acusados fue detenido en 520 entre 11 y 12 y el segundo en 526 entre 27 y 28.
Los mismos quedaron a disposición del Juzgado Federal N° 3 de La Plata a cargo de Ernesto Kreplak, quien tomó decidió detener a los implicados en calidad de incomunicados e inició el proceso de extradición hacia el vecino país de Uruguay.