El feriado del Día de la Independencia tiene como referencia ineludible para los platense de más de 18 años la histórica nevada con la que aquel feriado de 2007 se despachó para sorpresa y alegría de todos. Este sábado se cumplen 15 años de aquella jornada tan particular en la que de pronto el agua nieve inicial se convirtió en copos contundentes que rápidamente lo cubrieron todo de un manto blanco que convirtió los paisaje de la ciudad en escenas únicas, que hasta ahora nunca se volvieron a repetir.
Fue un lunes que la fecha patria convirtió en fin de semana largo. Amaneció con una temperatura mínima de 0,8° y una máxima de 5°, el clima fue ideal para el espectáculo que cautivó a grandes y chicos durante toda esa mágica jornada.
Según los registros del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se combinaron tres factores fundamentales para que nevara en La Plata: un sistema de inestabilidad en los niveles medios de la atmósfera, a 5.000 metros de altura, un enfriamiento de la misma en sus capas bajas, a 1.500 metros y, por último, el viento del sudeste que trajo humedad. Este cóctel produjo que las precipitaciones fueran en forma de nieve.
El interventor del SMN de aquel entonces, Héctor Ciappesoni, había titubeado a la hora de informar del suceso debido a la rareza y las bajas chances de que sucediera. “Es un fenómeno que se da cada 100 años y es muy difícil de anunciar”, había explicado. Sin embargo, ocurrió. Y esa no fue la primera vez, ya que la ciudad se había teñido de blanco el 22 de junio de 1918, aunque con condiciones un poco más extremas ya que se habla de 80 centímetros de nieve acumulada en el Bosque.
La postales de aquel día son recurrentemente desempolvadas por los platenses que lo tienen presente como uno de los días que nunca se borrarán de la memoria. No pierden las esperanzas de que los factores que se alinearon para que aquello vuelva a suceder para el deleite de quienes no lo recuerdan porque eran muy pequeños o aún no habían nacido.