Una mujer de La Plata de 28 años hizo pública en redes sociales la angustiante situación en la que se encuentra, víctima de amenazas de muerte y agresiones por parte de su ex pareja y padre de sus dos hijas. En diálogo con 0221.com.ar, Rocío E. contó que hace tres años viene denunciando a J.M.V. y que ya acumula más de veinte presentaciones.
"La violencia empezó en el año 2017. Lo recuerdo siempre, porque me había golpeado tanto que terminé pariendo a mi segunda hija. O sea, di a luz a mi hija de tantos golpes que me dio. Yo lo naturalizaba todo eso, la violencia. Además me echaba la culpa a mí. Hasta que en 2019 empecé a estudiar, mis compañeros me veían golpeada y me decían que no era normal... Ahí abrí los ojos y empecé a hacer las denuncias", remarcó Rocío.
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Ella vive en Los Hornos y J.M.V. vive a diez cuadras, lo que le genera aún más inseguridad teniendo en cuenta las continuas amenazas virtuales y telefónicas que sigue recibiendo de su parte. Actualmente cuentan con un dispositivo dual que se le brindó a ella en noviembre después de que le escribiera una carta al juez de garantías, pidiéndole "que no me deje a merced de él (su ex), porque ya me había dicho que iba a volver para matarme". El dispositivo se le impuso a J.M.V. después de haber pasado siete días detenido por violar una perimetral.
En capturas de pantalla de chats que Rocío publicó en redes sociales, pueden leerse frases como "por lo que acabás de decir ya tenés una sentencia", "tenés los días contados", "si no estás conmigo no vas a estar nunca con nadie porque no vas a llegar", "te odio y te amo, vas a ver lo que va a pasar" y "no sabés de lo que soy capaz", entre tantas otras que inequívocamente marcan que Rocío está en peligro.
De las denuncias contra J.M.V., cinco se convirtieron en causas penales y dos se elevaron a juicio, una de las ellas (que data del 2019) ya tiene fecha para el debate, en el 2023. Y hay una tercera que está en cámara. Algunos de los delitos que se le imputan son lesiones leves, amenazas y robo (en 2020, según consta en la denuncia, le robó 7.400 pesos y la golpeó varias veces en la cabeza).
Con toda esta situación y el agresor en libertad, Rocío siente "que la delincuente soy yo. Vivo encerrada en casa; hoy mis hijas no fueron a la escuela porque no tenía quién me acompañe a llevarlas; lamentablemente cuento con eso, con que alguien las lleve y las retire y yo esperarlas en casa. No puedo salir. Estoy desbordada, no sé para dónde salir corriendo, a quién pedirle ayuda. Ya fui a reclamar a fiscalía de Violencia de Género, fiscalía de juicio, el juzgado correccional N° 1 donde está la causa de juicio... Incluso, hace pocos días, cuando se visibilizó mi caso, me avisaron de Fiscalía de juicio que me citaron para una pericia psicológica y psiquiátrica a pedido de la defensa de él", relató ella en diálogo con este medio.
Aunque cuenta con el acompañamiento de su familia y en particular de una de sus hermanas, Rocío siente que no tiene a dónde más recurrir en su intento de vivir en libertad, sin riesgo de ser atacada nuevamente y sin el temor que le genera cada amenaza vía texto o llamada. Este miércoles, después de que su caso saliera en los medios, la llamaron del ministerio de Mujeres de la provincia de Buenos Aires. "Les conté todo y prometieron ayudarme, con la causa y con asistencia psicológica, algo que yo había pedido varias veces en el juzgado de familia N° 2", relató.
Por lo pronto ella sigue viviendo un calvario mientras se hace cargo de sus dos hijas, de 5 y 7 años, que no reciben cuota alimentaria alguna de su progenitor. Dejó de trabajar y de estudiar, aunque este era el último año de su carrera, por los ataques de pánico que viene sufriendo. La instancia más cercana que tiene para recibir justicia y ayuda pareciera ser el juicio de 2023, y para eso aún falta medio año. Teme, como tantas otras mujeres, no llegar.