El último fin de semana un nuevo hecho de inseguridad sacudió a los vecinos de Villa Elisa, en la zona cercana al Parque Ecológico, después de que dos delincuentes balearan a Franco Portelli, un joven de 21 años que estaba haciendo actividad física a plena luz del día, quien solo iba con una mochila en la que llevaba un jugo. En diálogo con 0221.com.ar, la víctima relató en primera persona la dura escena que le tocó vivir y que no podrá sacar más de su cabeza.
"Yo volvía para mi casa caminando, a 10 o 15 metros después de la entrada de 426. En ese sendero me tironean la mochila de atrás, mi reacción fue automáticamente darme la vuelta y cuando me di la vuelta me dispararon", esa es la síntesis de la víctima del ataque perpetrado cerca de las 16.30 del pasado domingo, mientras Franco estaba retomando la actividad física en el Parque que visita desde que tiene memoria y que hoy está en jaque por la inseguridad.
"Yo no sentí nada, me dijeron que había varios que iban en moto, aunque en ningún momento los había escuchado, parecía que iban a escondidas", agrega Franco a su relato, dando a entender que nunca sintió peligro cerca, lo que lo lleva a creer que todo se trató de personas que están al acecho de cualquier vecino que se cruce por el lugar.
El joven rememora el momento exacto en que recibió el disparo en la zona de la ingle y dice que la vida se le pasó por la cabeza. "Yo lo único que escuché fue el disparo. Me quedé inmóvil y me tiré al piso. Cuando me veo, noto que estaba perdiendo mucha sangre. Ahí empece a sentir el dolor porque me quemaba, sentía que me ardía en la zona de la herida", contó. "Así estuve algunos segundos o un minuto y como pude me levanté y empece a caminar volviendo como para la Casona", agregó.
"Habré caminado 100 metros arrastrando el pie y pidiendo ayuda a los gritos. Yo tenía desesperación, tenia miedo y no sabía como actuar", explica la víctima, que después de haber recibido un disparo a quemarropa para quitarle su mochila, vivió algo para lo que no estaba preparado. "Gracias a Dios pude levantarme y así como lo hice tomé fuerza y comencé a caminar lento para pedir ayuda. Iba a los saltos y arrastrando el pié, haciendo fuerza, gritando y llorando. Tenía mucho dolor y no podría mover la pierna. No sabía que podía pasar y se me cruzaron muchas cosas por la cabeza", cuenta con desazón el joven baleado.
Una vez se acercó a la zona de la casona, lo identificaron y lo auxiliaron rápidamente. "En el circuito había patrulleros, efectivos de la policía y personal del Parque Ecológico. Una señora que se dio cuenta me señaló y ahí vinieron todos a socorrerme, me tiraron al piso, me preguntaron que me pasó, llamaron a la ambulancia, me taparon la herida y me dijeron que me quede tranquilo".
Varios días después Franco puede contar la historia de lo sucedido, aunque todavía continúa sin poder moverse a causa de la herida que le provocó la bala. "Me dieron a la altura de la ingle, cerca de la cadera y la bala quedó adentro de mi cuerpo, por suerte no me agarró ningún organo y no me hizo daño", cuenta Franco y agrega: "Me dieron de alta el mismo día 5 horas después. Ya estoy en casa y no me puedo ni mover, el único movimiento que hago es ir al baño y a los saltos", relata con crudeza.
Esta última semana, vecinos del Parque Ecológico resolvieron que este próximo viernes 22 de julio realizarán una marcha para pedir justicia por los diferentes casos ocurridos estos últimos meses en dicha zona. "Mi familia va a ir y gente conocida también. Espero que se haga justicia respecto a todo esto, porque es un parque enorme y hay mucha gente que va", explica Franco, quien además cuenta: "Yo voy al Parque desde que tengo conocimiento, vivo a tres cuadras del Ecológico. Ahí fui con amigos, familia y como mi caso hay muchos más. Pasar de la tranquilidad que teníamos antes a la inseguridad de ahora es una tristeza, ya no podés ni disfrutar de la naturaleza del parque".
