El asesinato de César Oliva (41) sigue conmocionando a la ciudad. Fue hallado en la calle el lunes por la madrugada y falleció un día después en el hospital Alejandro Korn de Melchor Romero tras recibir un disparo en la cabeza.
El asesinato de César Oliva (41) sigue conmocionando a la ciudad. Fue hallado en la calle el lunes por la madrugada y falleció un día después en el hospital Alejandro Korn de Melchor Romero tras recibir un disparo en la cabeza.
Tal como informó 0221.com.ar, la Policía lo halló desplomado en plena calle, al lado de su moto y con un disparo a la altura de la oreja. "El proyectil quedó alojado en el encéfalo y además presentaba un hematoma en el muslo derecho y otro hematoma en la zona parietal occipital derecha", lo que da cuenta de que no solo recibió un disparo sino fuertes golpes antes de morir, explicaron voceros oficiales.

El encuentro será en el Hotel Grand Brizo de La Plata y, además de reunir marcas reconocidas, ofrecerá una experiencia de historia y catas personalizadas.
Un nuevo hecho de inseguridad en La Plata tuvo lugar en Ringuelet, donde una jubilada fue sorprendida por dos motochorros que la empujaron y le robaron.
En ese marco, sus familiares exigen justicia y aseguran que conocer al asesino, que sería un joven de alrededor de 25 años que venía cometiendo distintos robos en la zona en la que fue hallada la víctima, 523 entre 152 y 153. En un primer momento trascendió que tanto el implicado como la víctima serían "personas de mal vivir" y por eso uno de los familiares de la víctima salió a desmentir la versión.
"No sé por qué dijeron eso, él era un tipo que podes preguntar en todo el barrio y te van a decir que era una buena persona. Trabajaba en la Municipalidad, en las cooperativas. A veces le tocaba pintar la vereda, otras en el camión juntando basura. Trabajaba en la delegación de San Carlos, en 137 y 22", confió a 0221.com.ar un familiar, quien prefirió mantener su identidad en reserva por temor a las represalias que podría tomar en su contra el hombre al que apunta por el crimen de César.
"Le gustaba juntarse en la esquina, tomarse una cerveza cuando salía de trabajar. Trabajando se pudo comprar su casilla, fui yo y se la armé, estaba bien, laburando, se había comprado su moto. No era un mal tipo y no sé por qué dijeron eso. Todo el barrio vino a solidarizarse cuando se enteraron", agregó.
César vivía a pocas cuadras de donde lo mataron, en una casilla ubicada en el mismo terreno donde vivía su madre, una mujer de 68 años que era cuidadora de ancianos. "Ella está destrozada. Hace cinco meses falleció el padre de César por problemas de salud. Es muy duro todo, y da bronca que no hagan nada", destacó el joven en diálogo con este medio y cerró: "Solo queremos que se haga justicia por las buenas, por la ley. Que ellos se encarguen, ellos están para eso. No pueden venir a matar a una persona así como así y estar como si nada en su casa. Todo esto lo sabe la policía, pero no actúan. No sé qué están esperando".