viernes 14 de noviembre de 2025

Cómo transformar el horror de la dictadura en un espacio clave para la memoria en La Plata

La sesión especial del Concejo Deliberante es una excusa para poner el foco en trabajo que se realiza en el sitio de memoria de diagonal 74 entre 24 y 64.

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La sesión especial del Concejo Deliberante de La Plata realizada este miércoles en el Espacio Memoria Ex Comisaría Quinta vuelve a traer el recuerdo de lo que ocurrió en este punto exacto de nuestra ciudad durante la última dictadura militar. Hoy, la construcción de diagonal 74 entre 24 y 64 que hasta hace pocos años funcionó como seccional policial es un sitio histórico atravesado por la página más negra de aquel período, cuando funcionó como centro clandestino de detención.

Se trata de una dependencia de la Policía de la provincia de Buenos Aires que durante la dictadura integró el denominado "Circuito Camps". Así se llamó a la red represiva conformada por al menos veintinueve centros de reclusión ilegal que operaron en territorio bonaerense bajo el mando del entonces jefe de la policía provincial Ramón Camps.

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El centro clandestino de detención funcionó en estas instalaciones entre abril de 1976 y febrero de 1978. En el informe "Nunca Más" hay una descripción de cómo se veía y qué sentían quienes pasaron por ahí: "Se ingresa por un portón desde la Diagonal 74. Hacia el fondo del predio se encuentra la sección detenidos que se compone de una galería, a la derecha de la cual está el cuarto de guardia. Sigue una puerta de chapa con rejas que da a un pasillo con pileta adonde desembocan cuatro celdas pequeñas y un baño. A la misma galería dan: una celda larga, otra de igual extensión pero mucho más ancha y un espacio con pileta donde desembocan un retrete y otra celda. Las celdas son oscuras, frías y húmedas".

"El personal que custodiaba a los secuestrados vestía uniforme de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y alternaba sus funciones entre las tareas de oficina y atención al público y custodia de los secuestrados. Estos se encontraban alojados en los calabozos de la comisaría normalmente destinados al alojamiento de presos comunes. Mientras en las oficinas de adelante funcionaba la comisaría en forma normal, en la parte de atrás funcionaba el centro clandestino de detención. Sólo los separaba un patio, en donde muchas víctimas fueron estaqueadas y/o atadas", se agrega.

Por este lugar desfilaron más de 200 personas. Muchas de ellas aún continúan desaparecidas. Había celdas para hombres, otras para mujeres, y algunas especiales que eran destinadas para las embarazadas. Leonardo Fossati, nieto restituido y nacido en cautiverio en este lugar, quien hoy coordina este espacio, contó que la maternidad clandestina funcionó en la cocina. Allí también dio a luz la sobreviviente fallecida hace algunos años, Adriana Calvo de Laborde y por esas dependencia también pasó Jorge Julio López en su primera desaparición, durante la dictadura. Es recordado su testimonio cuando recordó su encuentro con el genocida condenado a perpetua Miguel Etchecolatz.

"Impulsar este tipo de actividades y eventos es muy importante; son acciones que generan un hecho político en sí; hoy estuvieron presentes los 24 concejales y concejalas de todas las fuerzas, y es muy importante que hayan podido hacerlo en un lugar emblemático del terrorismo de Estado porque visibiliza y da cuenta de los hechos, además de plantear un consenso democrático que arma una cultura del Nunca Más, sobre todo en un contexto de discursos que ponen en duda los 30 mil desaparecidos", dice en diálogo con 0221.com.ar Soledad Rodríguez Sabater, coordinadora de contenidos del Espacio Memoria.

"Esta democracia es lo mejor que tenemos", repite y remarca que "es intransferible la experiencia de una visita, ver la materialidad del lugar". En este espacio las actividades más fuertes comenzaron a desarrollarse desde 2018, cuando el predio fue entregado a Abuelas y a la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia. "Ya desde 2012 se realizaron una serie de acciones muy importantes que nos allanaron el camino", recuerda Soledad.

Es que hace poco más de una década, el Tribunal Oral Federal Nº1 de La Plata condenó a veintitrés represores por delitos de lesa humanidad cometidos en el Circuito Camps, 16 de ellos a prisión perpetua, y ese mismo fallo instó al Ejecutivo a desafectar a la comisaría de su uso policial para destinarla a un espacio de memoria para la promoción y defensa de los derechos humanos. "Lo que hacemos se inscribe en dos ejes fundamentales: la larga lucha del colectivo de Derechos Humanos y todo lo que significa levantar las banderas, llevar adelante los juicios, conquistar estos lugares, construir memoria. Y por otro lado, acompañar las políticas públicas; y en este marco se inscribe el Espacio Memoria", resume la coordinadora.

"Hay un proyecto pedagógico del espacio por el que vienen colegios, facultades y público en general. Está dirigido principalmente a la comunidad educativa, que para nosotros es fundamental, no sólo para transmitir lo que fue el horror y el plan de la última dictadura -cómo fue posible y cuáles fueron las consecuencias- sino también toda la lucha posterior. Estos son los ejes que buscamos transmitir, es la manera de luchar y batallar también contra los discursos negacionistas que aparecen de vez en cuando", destaca Rodríguez Sabater.

Hoy cualquiera puede acercarse y sentir de cerca eso que anda dando vueltas en el aire y que es tan importante traer permanentemente a la memoria.

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