Alberto "Beto" José Márcico, el delantero correntino que jugó en Gimnasia y tras su vida de futbolista se volvió un empresario dedicado al rubro inmobiliario, está en la mira de la Justicia. El exfutbolista fue procesado y embargado por una suma millonaria, tras haber realizado una serie de negocios con clientes que aseguran haber sido estafados por él y su hijo.
El jugador, que supo mostrar su mayor nivel futbolístico en el Lobo de Carlos Timoteo Griguol tras su paso histórico por Boca, fue procesado sin prisión preventiva tras una larga investigación a cargo del fiscal Andrés Madrea. La Justicia lo investiga por delitos de "defraudación por desbaratamiento de derechos acordados cometida en forma reiterada, en un total de 22 ocasiones". En 15 de esos casos "se verifica concurso ideal con el delito de defraudación por estelionato" o, lo que es lo mismo, vender como propio un bien ajeno.
Beto integra diversas empresas del rubro inmobiliario desde mediados de la década pasada como Los Lofts De Godoy SA o Edificio Migueletes 1286 SRL. Entre los clientes con quienes tuvo trato durante todos estos años hubo varios que los llevaron a la Justicia con múltiples demandas en el fuero civil, lo que motivó a una profunda investigación. Muchos de los denunciantes señalaron haber sido engañados en una serie de operaciones inmobiliarias en dólares para la compra de propiedades que nunca fueron entregadas. Ahora los acusados deberán cubrir un fuerte embargo de 1,8 millones de dólares y 2 millones de pesos.
La firma Edificio Migueletes, de la cual Márcico forma parte desde 2006, se declaró en quiebra en noviembre del 2018 y es el principal eje de las acusaciones contra el exdelantero. Datos de la AFIP revelan años de aportes impagos a empleados de la firma t rescisiones por falta de pago de una Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART).
Una mujer lo denunció por ese desarrollo. La víctima compró 16 departamentos y seis cocheras de un desarrollo en la calle Benito Quinquela Martín con un "convenio de reserva y promesa de venta" firmado por la denunciante y Márcico padre en 2016. Los reclamos con intimaciones y mediaciones en el fuero civil comenzaron 2 años más tarde. En 2019, Márcico hijo se presentó ante la Justicia y desconoció el acuerdo. La mujer había pagado 750 mil dólares por las propiedades.
La Justicia detectó otras irregularidades entre los negocios de los Márcico: un departamento con cochera que se le había reservado a esta mujer habría sido vendido a otra persona en 65 mil dólares, una unidad que también fue prometida a la mujer fue vendida a una pareja en 149 mil dólares y dos unidades y una cochera, también en el acuerdo original, se fueron por 2,4 millones en moneda norteamericana a otra compradora.

Beto ofreció explicaciones antes de su indagatoria. Un documento de la causa sintetiza una presentación espontánea. El ex jugador dijo que, literalmente, nadie compró nada, sino que le prestaron plata. "Se suscribieron boletos de compraventa con los nombrados en garantía del cumplimiento de las obligaciones del préstamo de dinero otorgado en cada caso; pero en ningún momento fue la intención de los querellantes adquirir los inmuebles. Es decir, no se les vendió ninguna propiedad, sino que prestaron dinero y les retornaron intereses. Frente a los avatares de la economía local, aun no se les devolvió el capital aportado y ello motivó el reclamo formulado", asevera el documento.