Senadores y diputados nacionales tendrán a partir de diciembre un aumento del 30% en sus dietas, a raíz de un pedido de los jefes de todas las bancadas a Cristina Kirchner y Cecilia Moreau, que están al mando de la cámara alta y baja respectivamente. Los ingresos estaban congelados desde julio por una resolución conjunta firmada por CFK y Sergio Massa, que había tomado la decisión luego de que algunos legisladores de la oposición anticiparan que rechazarían un incremento, y ahora pasarán a cobrar un promedio de unos $450.000 al mes.
En aquel momento se planteó que los haberes sólo se aumentarían si se votaba en el recinto, un trámite que ninguna bancada podía aceptar. Así se dejó sin efecto el enganche que hace una década rige entre las dietas y los aumentos de los empleados legislativos, que este año alcanzaron un 70%.
Pero en un contexto de alta inflación, los legisladores empezaron a reclamar para actualizar sus ingresos. María Eugenia Vidal pidió enganchar las dietas al aumento de jubilaciones, que puede ser mayor a la de las paritarias porque aplica un índice de actualización salarial y la recaudación de Anses. Otro proyecto propuso una equiparación de haberes de presidente, legisladores y jueces, también con la movilidad previsional. Lo firmaron Alejandro Cacace (Evolución radical) y Silvia Lospennato (PRO).
Pero hasta tanto no hubiera un pedido expreso de los jefes de bloque, Cristina y Moreau no iban a aumentar los salarios de los legisladores y así fue. Las conversaciones empezaron hace un mes y finalmente se dio de baja la obligación de votar los aumentos en el recinto, volviendo al sistema anterior.
Así, la semana pasada Cristina y Moreau incorporaron un artículo al decreto que dispuso un bono de 30 mil pesos a los empleados para liberar los sueldos de los legisladores, pero no dispusieron formalmente un aumento. Sin embargo, hasta ahora el 30% está garantizado y luego volverían a tener las dietas enganchadas a las paritarias de los empleados legislativos.
