La declaración de María Lorena Andersch, numeraria de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) fue otro de los tramos salientes del juicio oral en el que se debate el crimen de Juan Roberto Farías, presuntamente cometido por una megabanda criminal de ladrones y policías que contaría con amparo judicial y operó en La Plata al menos desde el año 2009 hasta su desarticulación, que comenzó en julio de 2018 y finalizó con mes después con las últimas detenciones de sospechosos. Para la acusación se trató de un testimonio que corroboró todo lo aportado por otros efectivos de la fuerza y de la Policía Federal Argentina. Pero las defensas tienen una mirada completamente contraria, como es de esperar.
La PSA ingresó en 2016 a la investigación del crimen ocurrido en el año 2010 en La Plata. Ratificó el rumbo de la investigación que llegó a juicio oral y confirmó que como el volumen de trabajo era muy grande solicitaron el auxilio de la Policía Federal que se sumó en el año 2017.
Andersch explicó que el móvil del crimen fue un ajuste de cuentas interno de la banda por el robo que la víctima le habría realizado al empresario Roberto Zapata. De su casa se llevaron varios millones de dólares según declaró otro policía en otra audiencia.
La testigo también ratificó que ella fue quien hizo el informe en base a la información que contenía el equipo de comunicación móvil de exjuez de Garantías de La Plata, César Melazo, uno de los acusados. Según la oficial se revelaron contactos con el expolicía Gustavo Burzstyn y de éste con la mayoría de los acusados. Uno de los mensajes detectados en el teléfono del exmagistrado se hacía referencia que “la próxima reunión se hace con certificado de antecedentes penales”.
También declararon peritos que realizaron los informes de las antenas en las que (en la noche de crimen) impactaron los teléfonos de Héctor Vega y Martín Fernández. Confirmaron que ambos equipos estaban en la zona del hecho. Cabe aclarar que la defensa de Fernández, a cargo de los abogados Christian Romano y Juan Pesquera, admite que esos equipos Nextel fueron comprados por su asistido pero éste los entregó a otras personas que eran las usuarias de las líneas.
LAS DEFENSAS
Desde su lado las defensas cuestionan todas las pruebas. Fuentes de esa parte dijeron a este medio que “de las muchas notas llamativas que contiene el testimonio de Walter Medina”, el policía Federal que estuvo a cargo de la investigación “resulta claro que su memoria se activó por su proximidad a otro policía que prestó servicio para la instrucción (sí, para la instrucción y no para la justicia), llamado (Leandro) Simón”.
En ese sentido “se puede destacar que, según su declaración, la participación de algunos de los procesados al delito investigado reside en que sus teléfonos de la empresa Nextel se activaron en una zona de alrededor de 3 a 5 kilómetros del lugar del hecho”. “Sin embargo, es sabido que cientos de abonados estaban en esas mismas condiciones”. Para las defensas “ello lleva implícita una pregunta ¿Por qué se eligieron esos teléfonos entre decenas? ¿Por qué se excluyeron los de otras empresas prestadoras que estaban en igualdad de condiciones? Preguntas que quedan en la penumbra de otra más grande ¿Cuál es el hilo conductor que conecta a todos los imputados?”.
“A dos días de concluir con las jornadas dispuestas para la culminación del debate, sigue siendo una duda para todos los participantes del debate, incluso para los fiscales de juicio quienes tratan febrilmente de sostener una acusación sesgada e insustanciada heredada de una instrucción que rehúsa hacerse cargo del evidente fracaso jurídico”, expresó uno de los defensores.
Para esa parte no existen aportes de peso para la cuestión ventilada.
Otro de los defensores señaló que la oficial Andersch recordó “haber sido convocada por la fiscal (Betina) Lacki quien le encomendó, entre otras diligencias, realizar Intervenciones telefónicas”. “Hubo unas treinta líneas intervenidas, y solo cuatro o cinco personas investigando”. “De toda esa labor pudo rememorar que en algunos casos hubo gente que mencionaba que los habían citado, y otros que sabían que estaba la PSA investigando”. “Finalmente reconoció que de las escuchas no surgió nada especifico que sirviera a algo más que a alimentar presunciones por parte de los investigadores”.
El jueves 6 de octubre termina el plazo disponible para que los jueces del tribunal pudiesen atender con exclusividad a esta causa. A partir de ese día, las audiencias necesarias deberán coordinar las agendas de todas las partes para lograr la convergencia indispensable para continuar. “La escasa (más bien nula) prueba de cargo lograda, denuncia que la realidad palpable es que una familia clama por la deuda de la justicia en resolver el crimen, y concluir condenando al culpable (y no a un ‘culpable’)”. “En la antípoda, hay inocentes detenidos desde hace años por las ‘presunciones por parte de los investigadores’ según las propias palabras de la oficial jefe de la PSA”.
Todos estos testimonios deberán ser valorados por el Tribunal luego de escuchar el alegato de las partes y analizar toda la documentación que se incorporó al juicio para su lectura.
En la lista de procesados se anotan el exjuez de Garantías de La Plata César Ricardo Melazo (quien presentó una explosiva lista de testigos a citar), el ex comisario mayor Gustavo Bursztyn (hasta su captura prestaba servicios en el Comando de Patrullas); el oficial Gustavo Andrés Gregorio Mena y el teniente primero Marcos Chiusaroli (personal de la comisaría Segunda de La Plata); Adrián “Quichua” Manes (detenido por el homicidio de Farías); Carlos Bertoni (hermano del jugador de fútbol campeón del mundo); Carlos “Macha” Barroso Luna; Héctor “Pepe” Vega, Martín Fernández y Enrique Edgardo “Quique” Petrullo.
La acusación oficial es de los fiscales Victoria Huergo y Mariano Sibuet. Junto a ellos están los abogados Damián Barbosa y Sebastián Bouvet en representación de la familia Farías.
El juicio oral está a cargo de Tribunal Oral Criminal II de La Plata integrado en este caso por la jueza Silvia Hoerr y los jueces Santiago Paolini y AndrésVitali.
