El Cencerro, la histórica talabartería ubicada en pleno centro de La Plata, cerrará sus puertas tras 38 años de trabajo en la ciudad. El negocio familiar, que abrió sus puertas en 1984 y evolucionó creando una marca platense de las primeras en el país en el rubro, anunció que baja las persianas y se despidió de los clientes.
Se trata de una firma que se impulsó con el objetivo de desarrollar un negocio sustentable y novedoso, y que ofreció durante casi cuatro décadas productos de calidad y una buena atención al público. A pesar de que funcionó a la perfección durante muchos años, sus propietarios tomaron la difícil decisión de cerrar.
En este marco, el dueño y creador de El Cencerro, Santiago Ballesteros, habló con 0221.com.ar para contar la historia de la marca y los motivos que lo llevaron a tomar la determinación de finalizar una larga etapa de su vida. Según detalló, el primer local estuvo situado en la Galería Malvinas de calle 49 casi esquina 8: "En el año 1984 abrí el primer local cuando prácticamente no existían talabarterías, era marroquinería o casa de regionales, no existían comercios que vendieran accesorios que no fueran de uso técnico", indicó el hombre de 63 años, que comenzó con el proyecto cuando tenía poco más de 20, y agregó: "Se armó una marca local de las primeras del país con la idea de desarrollar un negocio sustentable y novedoso".
"Fue creciendo y fuimos pasando por varios lugares. Después de Galería Malvinas fuimos a la calle 9 entre 47 y 48, después a 48 entre 9 y 10. También tuvimos un local chiquito en 9 y 49, dentro de shopping del Viejo Teatro. En el año 1996 abrimos el local de calle 8 que hoy decidimos cerrar".
Por otro lado, Ballesteros remarcó que "se creó una marca local con la idea de ser creíbles y tener cosas de calidad, buenos productos y buena atención. Puse mi empeño, mi salud y siempre fue un hijo más", expresó en diálogo con este medio. Asimismo, dijo que el negocio funcionó perfectamente hasta que la situación económica, la presión tributaria, la inseguridad y la pandemia terminaron por hacerlo tomar la difícil decisión: "Funcionó perfectamente durante muchos años y me dio grandes satisfacciones, pero en un momento empezó a deteriorarse la actividad privada y se hizo cada vez más inviable la presión fiscal, tributaria, locativa y llegó un momento que no se puede sostener".

Por último, sostuvo que "es una marca platense y orgullosamente platense, no es franquicia ni de terceros, es una creación propia que fue evolucionando y creando credibilidad en casi 40 años", concluyó.