Una de las principales empresas alimenticias del país, pidió el concurso preventivo de acreedores en las últimas horas. Se trata de Molino Cañuelas, dueña de marcas como 9 de Oro, Pureza y Mamá Cocina.
Una de las principales empresas alimenticias del país, pidió el concurso preventivo de acreedores en las últimas horas. Se trata de Molino Cañuelas, dueña de marcas como 9 de Oro, Pureza y Mamá Cocina.
La entidad comunicó que debido a las acciones judiciales promovidas por unidades financieras acreedoras se vio forzada a solicitar la apertura de su concurso preventivo de acreedores. El pedido fue hecho conjuntamente con la firma Compañía Argentina de Granos (CAGSA).
En algunas marcas de cigarrillos, por ejemplo las que compiten con segundas marcas, las diferencias llegaron a alcanzar hasta un 200% sobre el precio informado.
El director general de Cultura y Educación bonaerense y exministro de Educación de la nación hizo referencia a los expresiones del presidente Javier Milei.
Según explicó la empresa, con esta medida “busca proteger sus activos, los puestos de trabajo directos e indirectos de la Empresa y los intereses de los propios acreedores, manteniendo su estructura productiva y asegurando su continuidad operativa en todas sus plantas y establecimientos industriales y comerciales”.
Cabe recordar que hace cuatro años atrás la empresa intentó sin éxito emitir acciones en Wall Street y en la Bolsa local. Las cifras de endeudamiento de la empresa, incluidas en los datos publicados durante el intento de salida al mercado, hizo que la operación fracasara.
“Con el fin de asegurar la continuidad de sus actividades productivas propias de una industria esencial, proteger a sus más de 3.000 trabajadores, sus activos y los intereses de los propios acreedores, Molino Cañuelas, en conjunto con CAGSA, debió presentarse en concurso preventivo de acreedores”, agregó el comunicado oficial emitido por la entidad.
Vale remarcar que la empresa buscó un acuerdo consensuado con sus acreedores durante los últimos dos años, pero medidas judiciales de algunos de sus acreedores impidieron ordenar sus finanzas.