La cuenta regresiva para el armado de listas que competirán en las elecciones legislativas de este año empezó a correr y los movimientos de quienes tienen aspiraciones se producen con un perfil todavía bajo debido al contexto de crisis sanitaria y social producto de la pandemia. En ese marco el intendente Julio Garro parece haber tomado la decisión de correrse de la interna que vive Juntos por el Cambio para apoyarse en la gestión como plataforma de lanzamiento de los funcionarios y referentes que tiene alguna aspiración.
Esa estrategia, que se centra en plantarse con un criterio de acción diferente a la de los sectores de la alianza gobernante a nivel local que no tienen otro camino que el de explicitar las pretenciones de integrar las listas de concejales y diputados provinciales, comenzó a expresarse en la agenda de gobierno.
El intendente aparece en actividades vinculadas en un ciento por ciento en la gestión pero mostrándose con potenciales candidatos o líderes de grupos que tienen aspiraciones de ocupar espacios.
El otro eje central que tiene la movida es el “despliegue territorial”. Así Garro viene mostrando una agenda diaria en los barrios, actitud que se intensificaría en las próximas semanas, con actividades que incluyen la instalación de luces LED, la agenda social y sanitaria, la recorrida por las obras públicas así como por los proyectos de inversión y generadores de empleo.
Con esa idea, el intendente linkea cada actividad diaria con los funcionarios o dirigentes que buscan un lugar en la discusión electoral que se avecina, pero que a la vez forman parte de su círculo más cercano. Se trata de un "abrir el juego" y de una promoción indirecta del núcleo de confianza que en las últimas semanas empezó a tomar cuerpo con el rótulo de “garristas de paladar de negro”.
Aparecen en primera línea nombres como el de la secretaria de Desarrollo de la Comunidad Julieta Quintero Chasman, quien a su vez vence mandato como concejala y aspira a un lugar en la lista de diputados bonaerenses o el del secretario de Seguridad Darío Ganduglia, quien es el virtual viceintendente por ser el primer concejal de 2019 (en uso de licencia) y uno de los que podría ser señalado como sucesor de Garro en 2023.
Pero también son priorizados en esa agenda diaria del intendente otros funcionarios como el titular de Obras Pública Luis Barbier, uno de los que tiene origen peronista y podría sumarse al armado 2021 o el secretario de Salud Enrique Rifourcat, quien levantó el perfil político en las últimas semanas al sentarse en la mesa de los “paladar negro”.
Aparece además el titular de Espacios Públicos José “Pepe” Etchart, de origen en la Coalición Cívica, quien ya probó suerte como tercer candidato a senador en 2019 y ahora podría revalidad aspiraciones. Y el responsable del área de Planificación, Impacto y Seguimiento de Gestión, Fabian Perechodnik, un supuesto enviado del vidalismo que se sumó a la gestión este año con el objetivo de buscar un lugar en el universo político local.
Otro que aparece con frecuencia es el secretario de Producción Rogelio Blesa, el único de origen radical que empieza a marcar presencia desde la gestión, en un contexto en el que la UCR como principal socia del PRO en Juntos por el Cambio, analiza la posibilidad de ir a una interna franca en las PASO previstas para el 14 de septiembre. Hay, dentro del oficialismo, quienes lo ven como posible candidato.
En cuanto a los ejes políticos que tiene esa “pre campaña” basada en las acciones de gobierno en los barrios, allegados al intendente indicaron que su ritmo de agenda tiene un eje central basado en la pandemia y la postpandemia, pero sobre todo en la reactivación económica.
Por eso, aseguran, hay muchas reuniones y recorridas que expresan un acercamiento hacia los sectores comerciales, los emprendedores y las industrias. “Apunta a quienes han invertido y resurgido en la ciudad en medio de una situación tan compleja como la grave crisis social y económica que dejó en la ciudad este año y medio de pandemia”, explicaron.

El otro eje se centra el visibilizar el “rol de Estado municipal” por fuera de las medidas de alivio fiscal que ya se tomaron a lo largo de la pandemia. “Tiene que ver con trabajar en las mejoras que se están haciendo en los barrios para que los vecinos vivan mejor como las obras de infraestructura, luces Led y cámaras de seguridad”, marcaron.
El reloj empezó a correr y las cartas en la coalición que gobierna La Plata empezarán a mostrarse en función de lo que ocurra con la interna, más dura aún, que se vive en los niveles nacional y provincial. El 24 de julio próximo se develará si hay más de una lista y cuáles son los polos que podrían reconfigurar el escenario para el oficialismo platense, el cual desde 2015 a esta parte siempre fue de unidad.