En el marco de las restricciones impuestas por el Gobierno nacional para tratar de frenar la segunda ola del coronavirus, muchos gimnasios debieron cerrar nuevamente sus puertas, pese a estar funcionando con un aforo del 30%.
El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) publicado el pasado viernes prohíbe las actividades deportivas y recreativas en espacios cerrados y aquellas realizadas al aire libre no deben superar las 10 personas. No obstante algunos gimnasios siguieron operando amparados en lo que, consideran, es un gris legal.
En ese sentido, el presidente de la Cámara de Gimnasios de Argentina (CGA), Fernando Storchi explicó: "Los gimnasios somos agentes de salud. No realizamos actividades recreativas ni deportivas. No se practican deportes, sino actividad física".
Los dueños de los gimnasios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) sostienen que el DNU no hace referencia específicamente a la "actividad física" en su interior, pese a que en su artículo 16 señala que deberán cerrar sus puertas todas las "actividades deportivas, recreativas, sociales, culturales y religiosas que se realizan en ámbitos cerrados". De acuerdo con el Decreto, los gimnasios podrían operar si cuentan con espacios al aire libre y teniendo en cuenta el aforo reducido al 30%, pero algunos empresarios del sector creen que también pueden recibir clientes bajo techo.

Storchi señaló en diálogo con TN.com.ar que los establecimientos de actividad física funcionan con un 70% menos de afluencia desde que se retomaron las actividades en septiembre del 2020 y que pese al aumento de casos, los protocolos que se implementan en las instituciones son estrictos y no se registraron casos de contagio. El titular de la cámara expresó que la cuarentena significó siete meses de cierre en el rubro: "Cuando volvimos, demostramos que los protocolos que hemos aplicado, bajo asesoramiento de personal de la salud, funcionan muy bien".
El empresario también sostuvo que a causa de las restricciones los gimnasios perdieron entre el 40 y 45% de sus clientes. "Hemos perdido socios o clientes porque estamos trabajando con un aforo del 30%, algo que es un limitante, sobre todo en los horarios pico", remarcó Storchi.

"No nos sentimos alcanzados por las nuevas restricciones, porque no encuadramos como una actividad social, ni cultural, tampoco recreativa o deportiva. Tenemos nuestra propia identidad y protocolos. Cumplimos con ellos y funcionaron muy bien", cerró en tanto Adrián Stoll, miembro de la misma cámara.