En medio de la polémica por la Ley de Etiquetado frontal, que debe ser aprobada este año para no perder estado parlamentario, surgió un tweet viral acerca del Yogurt de frutillas de La Serenísima: es que no tiene frutillas, ni ninguna otra fruta en su contenido, tal como puede leerse en el listado de ingredientes.
"¿Por qué entonces tenemos la sensación de que estamos comiendo frutilla? Por los saborizantes y colorantes. El yogur firme de frutilla no es rojo porque tenga frutilla; es rojo porque tiene el colorante carmín: un ingrediente sin valor nutricional que se obtiene de las hembras desecadas del insecto Dactylopius coccus Costa. Conclusión: el yogur “sabor a frutilla” no tiene frutillas; tiene insectos", reza una nota explicativa de la Revista Cítrica, que abarca también otras marcas y alimentos.
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Lo cierto es que, al igual que el yogurt "de frutillas" de La Serenísima, hay una enorme cantidad de productos alimenticios que plantean una confusión y polémica acerca de los ingredientes: imágenes de frutas y verduras, animalitos y palabras confusas son alguno de los ardides publicitarios que se usan para convencer a los consumidores de que un yogurt rosa puede ser, en efecto, de frutillas. Sin mirar ingredientes.
"El Dactylopius coccus Costa no solo lo usa La Serenisima, también, por ejemplo, su principal competidor en Argentina. SanCor desarrolló junto a Alberto Cormillot, un yogur bebible sabor a frutilla que recomienda para niños, niñas y embarazadas. ¿Sus ingredientes? Leche, azúcar, almidón, aromatizante sabor artificial a frutilla y el colorante carmín", advierte la revista Cítrica.
Es por ese motivo que la demanda de una ley de Etiquetado frontal viene creciendo considerablemente en los últimos años. Distintos productos que promocionan y venden los conceptos de "salud", diversión y hasta consignan ingredientes inexistentes, deberían dejar de hacerlo con la nueva ley, El "yogurt de frutilla" de La Serenísima es solo uno de tantos ejemplos.