La declaración de una médica del hospital de Niños Sor María Ludovica marcó el pulso y dejó huella en la segunda jornada de juicio oral a una pareja acusadas de la violación y muerte de Mía Aguirre, la nena de tres años quien falleció en septiembre de 2014 luego de varias semanas de internaciones en dos hospitales de Berisso y La Plata. Por el hecho son juzgados Cecilia Cabrera y Sergio Argañaraz, madre y padrastro de la menor, procesados por “lesiones graves doblemente agravadas por el vínculo y por alevosía, homicidio doblemente calificado por el vínculo y la alevosía y abuso sexual con acceso carnal doblemente agravados, todos en concurso real entre sí”, delitos que tienen la pena de prisión perpetua.
Carolina Tafi ingresó al hospital de Niños de La Plata como residente en el año 2009. En agosto de 2014 fue una de las profesionales que asistió a la víctima desde su ingreso al nosocomio (venía derivada del hospital Larrain de Berisso) hasta que falleció en septiembre de aquel año. Su relato fue contundente.
Ante los jueces del Tribunal Oral Criminal 1 de La Plata no dudó en graficar que “el cuerpo de la nena hablaba” ya que “tenía todos los libros de lesiones que se estudian en medicina”. La médica aseguró que “hace siete años que no me puedo olvidar este caso”, en una clara demostración de la brutalidad y ensañamiento que padeció la nena.
Esta versión está en sintonía con lo expresado por otra médica del mismo nosocomio infantil, quien en la primera jornada de juicio señaló que “nunca” vio “una cosa tan atroz”, en referencia al estado de la nena violada y brutalmente golpeada.
La acusación en el juicio está en manos de la fiscal Silvina Langone y de los abogados Matías Pietra Sanz y Andrea Reynoso, quienes representan a la abuela de la menor muerta y solicitarán que declare el personal del Servicio Zonal de Niñez de la municipalidad de Berisso ya que los informes sobre la menor que enviaron al fuero de Familia donde la abuela reclamaba la tenencia de la nena “no coinciden realidad” señaló el abogado Pietra Sanz en diálogo con 0221.com.ar.

Además el letrado informó a los jueces que una agente del servicio se niega a recibir la cédula de citación para declarar en el juicio en curso. Será notificada nuevamente y si no comparece se pedirá que sea trasladada compulsivamente a la sede del fuero Penal de La Plata.
MANCHAS DE SANGRE
El de Lucas Pereyra fue otro de los relatos salientes de la jornada. Fue citado como testigo del allanamiento realizado en la casa de los acusados. Recordó que “había sangre en el tacho de basura” y “ropa chiquita, de nena, manchada con sangre, dentro del lavarropas”. Su exposición fue breve, concisa y complicó a los acusados.
María Ester Sampedro es la madre del acusado. Aseguró que cuando llegó a la casa de él, le estaba haciendo maniobras de RCP a Mía, pero esa versión es muy distante a la que dio en sede policial. Esa situación fue advertida por la acusación. El abogado Pietra Sanz le leyó lo que había declarado ante autoridades policiales durante la instrucción de la causa, pero la testigo aseveró que nunca dijo eso, que era “todo mentira” lo que estaba escrito. También expresó que su hijo trabajaba en un campo criando chanchos y pollos.
Lorena Palomeque es la exesposa del acusado Argañaraz. Tuvieron seis hijos y están separados de hecho desde el año 2012. Sostuvo que la tarde del hecho vio a su exmarido hacerle maniobras de primeros auxilios a la nena y que la madre de Mía “tenía la pierna lastimada”.

La tercera audiencia de juicio será este jueves, a partir de las 10:30, según dispusieron los jueces Germán Decastelli, Cecilia Sanucci y Ramiro Fernández Lorenzo.