La causa en la que se investiga una presunta asociación ilícita encabezada por el ex juez de Garantías de La Plata, César Ricardo Melazo, llegó a la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires (SCBA), al declarar admisible la apelación presentada por la fiscal adjunta ante el Tribunal de Casación Penal, Alejandra Moretti, contra la sentencia que le concedió la prisión domicilia para Enrique “Quique” Petrullo procesado como presunto integrante de la empresa criminal conjunta.
En la víspera de la Semana Santa pasada Petrullo abandonó la cárcel federal en la que estaba alojado. La resolución de un habeas corpus originario presentado ante el Tribunal de Casación bonaerense lo devolvió a su hogar en la bucólica localidad de City Bell como medida de profilaxis ante la pandemia. Según estudios médicos, el presunto lobista de la banda es paciente de riesgo.
La fiscal Moretti interpuso recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley contra dicha decisión, el cual fue denegado en Casación. Ante este panorama acudió en queja ante la SCBA donde le habilitaron la vía para seguir con los planteos de esa parte del proceso.
Según entendieron los jueces de la Corte la resolución que benefició a Petrullo se ejecutó sin tener en cuenta el principio del “juez natural” de la causa que investiga la fiscal de instrucción Betina Lacki.

Luego de una serie de consideraciones técnicas la Corte provincial admitió el recurso de queja presentado y deberá esperarse por la resolución de fondo que podría llevar a Petrullo nuevamente tras las rejas.
LOS PROTAGONISTAS
En la lista de procesados, junto a Melazo y Petrullo aparecen el excomisario mayor Gustavo Bursztyn (hasta su captura prestaba servicios en el Comando de Patrullas); el oficial Gustavo Andrés Gregorio Mena (ya cesanteado por otra causa) y el teniente primero Marcos Chiusaroli (personal de la comisaría Segunda); Javier Ronco; Ángel Custodio “Pipi” Yalet; Adrián “Quichua” Manes (detenido por homicidio); Carlos Bertoni (hermano del jugador de fútbol campeón del mundo); Carlos “Macha” Barroso Luna; Jorge “El fiscal” Gómez de Saravia: Héctor “Pepe” Vega, el exbarra de Gimnasia, Martín Ezequiel “Gaucho” Fernández; y el exjefe de la barra de Estudiantes, Rubén Orlando “El Tucumano” Herrera.

La división de roles aparece clara. Según la investigación, los policías Bursztyn, Mena y Chiusaroli liberaban las zonas para los robos de autos, fábricas y viviendas marcadas, Bertoni ayudaba con los autos robados mellizos haciendo pasar choques de los autos de los integrantes por otro siniestros. La mano de obra, logística, teléfonos y armas de fuego las aportaban Ronco, Yalet, Manes, Barroso Luna, Vega y Fernández.
El expolicía Mena junto a Manes vendían drogas y si en alguno de los golpes algo salía mal Gómez de Saravia era el encargado de introducir falsas líneas de investigaciones en las causas, mediante llamados telefónicos en los que simulaba ser fiscal o juez federal para comenzar con el camino de la impunidad.
En tanto, el ex barra Herrera y el lobista Petrullo eran los nexos con el juez de Casación bonaerense, Martín Ordoqui (también exdirigente de Estudiantes de La Plata) quien, se sospecha, otorgaba arrestos domiciliarios a cambio de fuertes sumas de dinero. El magistrado fue notificado de la investigación, pero no fue detenido porque posee fueros por el cargo pese a que fue suspendido y avanza el juicio político.

En una causa desprendida de esta investigación está detenido el ex fiscal platense Tomas Moran procesado por corrupción.