El ritmo de trabajo normal se vio alterado en la noche del martes en el Mercado Regional después de que un grupo de trabajadores decidiera no llevar adelante sus labores junto a los compañeros de un changarín que fue internado con síntomas compatibles con el coronavirus. La situación generó tironeos y algo de tensión en las últimas horas de esa jornada y la coyuntura fue saldada con la presencia de trabajadores de otras áreas para resolver la carga y descarga de frutas y verduras.
Las negociaciones siguieron este miércoles cuando las autoridades llegaron a un acuerdo con el Sindicato de Carga y Descarga para seguir trabajando con todas las medida de seguridad. Entre otras cosas se prevé la dotación de elementos de seguridad como barbijos y guantes, “para garantizar las condiciones mínimas de funcionamiento normal”.
Fuentes municipales indicaron que el conflicto comenzó el martes, cuando un hombre de 40 que trabaja en carga y descarga tuvo que ser internado en el Hospital Rossi con un cuadro compatible con el COVID-19. El cuadro no está confirmado y se esperan los resultados del test.
Ante esa situación, las autoridades del Mercado Regional determinaron que preventivamente otros dos trabajadores que comparten espacio y labores con el paciente, no concurran a trabajar. La tensión se produjo ya entrada la noche del martes cuando esa dos personas, de todos modos, se hicieron presentes.
“El resto del personal de carga y descarga planteó no trabajar por miedo a la transmisión de la enfermedad”, indicaron desde la Comuna.

La situación se saldó y los camiones pudieron descargar su mercadería por que otro grupo reemplazo a quienes tomaron la decisión de no trabajar. El conflicto siguió abierto hasta la mañana de este miércoles cuando finalmente se llegó a un acuerdo para garantizar que los productores puedan descargar la fruta y la verdura que luego irá a los comercios de la región.