El Ministerio de Desarrollo Social avanzó este lunes con la compra extraordinaria de alimentos ante el aumento de personas que asisten a comedores y merenderos en medio de la crisis económica que desató la propagación del COVID-19. Sin embargo, la resolución publicada en el Boletín Oficial generó polémica por los sobreprecios en azúcar, aceite, lentejas y fideos para distribuir a las poblaciones más vulnerables.
El titular de la cartera nacional, Daniel Arroyo, apeló a la emergencia sanitaria para realizar las compras mediante contratación directa y "sin sujeción al Régimen de Contrataciones de la Administración Pública Nacional" para agilizar las operaciones. En ese marco, se convalidaron precios hasta 62% por encima de los valores máximos en góndola que dispuso la Secretaría de Comercio, que retrotrajo el valor de todos los productos de la canasta básica e insumos médicos vigentes al 6 de marzo pasado.
En el resultado de la licitación se pudo observar que el Gobierno pagó $158,67 cada litro de aceite de mezcla, aunque en la lista de precios máximo el tope es de $98, es decir, casi un 62% más caro. En el caso del arroz, los valores convalidados fueron de $68 y $68,77 por kilo cuando el precio máximo era de $55,37. En cuanto a los fideos, Desarrollo Social pagó entre $84 y $85,76 por kilo cuando los valores al público son de entre $50 y $52.
Para el azúcar, el precio convalidado fue de entre $74,97 y $75,20 por kilo. En los precios máximos, el kilo de azúcar cuesta, según la marca, entre $50 y $56, una diferencia de hasta el 34%. El último ítem que llamó la atención fue el pago de $166,74 y $170 por paquetes de 400 y 500 gramos de lentejas secas. Sin embargo, según el portal Precios Cuidados, las mismas cuestan $85.
En ese marco, y ante la ola de críticas de diferentes sectores, el ministro Arroyo utilizó su cuenta de Twitter para explicar los sobreprecios que se observaron en la compra de alimentos que serán distribuidos en los sectores más vulnerables. “Para la adquisición de estos productos esenciales se invitó a más de 20 empresas proveedoras de alimentos y de leche. Todas vienen participando hace muchos años de las distintas licitaciones de este organismo. Todos los rubros se adjudicaron a más de un proveedor y en ningún caso se lograron ofertas por la totalidad de solicitado”, señaló.
Además, aclaró que “en dos rubros (aceite por 1,5 litro; y azúcar por 1 kg) la oferta superó los precios testigos”. “Ante la necesidad de llegar a comedores y merenderos con esos productos que forman parte de la canasta básica, se decidió realizar la compra”, manifestó el ministro Arroyo.
Para finalizar, indicó que “todas las compras fueron realizadas bajo la supervisión de la SIGEN, el Instituto Nacional de Alimentación y de acuerdo a las normativas realizadas por el decreto 260/2020 COVID-19”.