El 27 de abril se iniciará en el país una nueva etapa del aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus, que ya dejó 3.031 casos positivos de COVID-19 y 142 personas fallecidas. En este marco, el Gobierno Nacional evalúa desarrollar una cuarentena focalizada: con distintos grados de apertura por provincia y ciudad, pero sin clases y cuidados estrictos para mayores de 70 años.
El plan es abordado por el comité de emergencia y establecerá criterios de acuerdo a la población, actividad económica y comercial, transporte y situación epidemiológica. Así, podría haber aperturas diferentes dentro de un mismo territorio.
Según Clarín, si bien analizan que vuelvan las actividades en ciudades donde no hay circulación del virus siempre con protocolos sanitarios, no está prevista la vuelta a las clases como así tampoco el transporte de media y larga distancia. En ese sentido, el Gobierno hará un mapeo hará un punteo de las actividades que se retomarán determinadas condiciones, pero quienes lo definirán finalmente serán los gobernadores: tendrán la facultad de disponer o no la apertura de acuerdo a lo más conveniente para su jurisdicción.
Mientras monitorea cómo impacta la flexibilización que incorporó 11 nuevas actividades y luego de recopilar los pedidos de las provincias, en Nación estudian qué otros sectores se podrían habilitar, pero deja la decisión a los mandatarios provinciales y los municipios. De hecho, el presidente Alberto Fernández volverá a consultar con especialistas y a entrevistarse con gobernadores.

En el caso de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof inició un proceso para que los 135 intendentes solicite por escrito qué actividad quiere flexibilizar, con qué protocolo de salud y bajo qué medidas de control.
Por otro lado, se sumarán epidemiólogos al comité de expertos que asesora al presidente, quienes serán clave para la definición de la cuarentena focalizada. En cuanto a los parámetros que se están tomando hasta el momento se destacan: la situación epidemiológica -casos confirmados de COVID-19, casos sospechosos, viajeros-; el nivel de concentración de población; la conexión con otras ciudades e incidencia del transporte público; y el nivel de actividad económica y comercial.