"Es excelente persona, tendrías que haberlo visto. Me habló de la cagada que se había mandado, estaba arrepentido, no salía del asombro de la macana que había hecho. 'Me mandé una cagada', me dijo". El que habla es Roberto, el vecino que dialogó con el comerciante de 34 años tras dispararle con su escopeta a un ladrón de 35 años que caminaba por el techo de su casa en 64 entre 10 y 11. "Un arma, si no estamos preparados, es para macana", remató el hombre al aire de La Cielo.
El suceso ocurrió la madrugada de este lunes luego de que el vecino de 34 años estaba descansando en su casa y, de un momento a otro, oyó sonidos que lo alarmaron. Agarró una carabina calibre 22 y salió a ver qué ocurría. Ni bien se asomó se dio cuenta de que sus sospechas eran ciertas: encontró a un intruso en los techos de su propiedad. El hombre no dudó y efectuó un disparo e hirió de muerte al delincuente, que sufrió la herida en el pecho.
Acto seguido, el comerciante llamó al 911 para dar aviso a las autoridades y, en cuestión de minutos, el barrio se despertó con la llegada de las sirenas del Comando de Patrullas de La Plata y personal de la Comisaría Novena. Tras revisar la zona, encontraron al joven fallecido en el techo de una casa, situada a tres propiedades del intento de robo.
"En horas de la madrugada una persona intentó entrar por los techos a un domicilio y el propietario –que vive con su mujer y su hija– cuando escuchó los ruidos le efectuó un disparo y ese disparo le ocasionó la muerte. La persona se dio a la fuga y murió a los metros", contó a La Cielo el fiscal titular de la UFI N° 16, Juan Cruz Condomi Alcorta.; y agregó: "No está detenido porque no hay riesgo procesal".

En esa línea, explicó que "existe una posibilidad de una legítima defensa putativa o, en el peor de los casos, un exceso a la legítima defensa". "Es muy prematuro para afirmarlo, tengo que evaluar todo", sostuvo el letrado. El comerciante, en tanto, quedó imputado por el delito de "homicidio calificado".