Una mujer mantuvo su casa cerrada durante 20 años. Pero en un descuido, una pariente entró cuando ella no estaba y descubrió el horror: un hombre de 41 años deteriorado y una casa entre escombros. "Olía como a podrido", dijo.
Una mujer mantuvo su casa cerrada durante 20 años. Pero en un descuido, una pariente entró cuando ella no estaba y descubrió el horror: un hombre de 41 años deteriorado y una casa entre escombros. "Olía como a podrido", dijo.
La policía sueca detuvo este martes a una mujer de 70 años por supuestamente haber mantenido encerrado contra su voluntad a su hijo durante 28 años en un piso al sur de Estocolmo. La mujer, que niega los cargos, es sospechosa de privación ilegal de libertad y de provocar daños corporales graves al hombre, de 41 años.

Un trabajador de la aplicación DiDi aceptó un viaje a Melchor Romero y cuando llegó a destino se encontró con una banda de delincuentes que le robó todo.
El episodio sucedió durante la noche del martes en la zona de 208 y 526, Abasto. El colectivo, un Ramal 14 de la Línea Oeste, sufrió daños en las ventanillas.
Fue una pariente de la acusada la que el domingo, aprovechando que la mujer estaba en el hospital, acudió al piso familiar en la localidad de Haninge y encontró al hombre acurrucado en la cocina y con heridas en las piernas y otras partes del cuerpo.
"Fue como entrar en una pesadilla. Había orina y suciedad, olía como a podrido", declaró la mujer a la prensa sueca. Según dijo la testigo, llevaba más de 20 años sin poder pisar esa casa y sin saber los motivos para tanta ocultación.
Relató, además, que cuando consiguió acceder al interior de la vivienda, tuvo que evitar pisar los escombros que ocupaban el pasillo y aseguró que todo estaba en "en absoluto silencio".