Un verdadero escándalo se produjo este fin de semana en un banco de arena en el río Paraná frente a la capital de Corrientes. Allí se llevó a cabo una fiesta de espuma, sin ningún tipo de control y a donde asistieron alrededor de 300 personas.
Un verdadero escándalo se produjo este fin de semana en un banco de arena en el río Paraná frente a la capital de Corrientes. Allí se llevó a cabo una fiesta de espuma, sin ningún tipo de control y a donde asistieron alrededor de 300 personas.
El evento clandestino, y que no está permitido por la situación epidemiológica de la pandemia, fue convocado en forma selectiva por redes sociales. En las imágenes se observa que no se respetaron ninguna de las normas de seguridad por el coronavirus ni el distanciamiento social.
Los videos se viralizaron de inmediato, y los concurrentes que se mostraron completamente desentendidos de las medidas sanitarias, sin barbijos y compartiendo toda clase de bebidas, fueron el blanco de fuertes críticas. Algunos de los materiales, fueron difundidos por el Diario El Libertador.
Así como sucedió con esta fiesta en el Río Paraná, los encuentros clandestinos parecen multiplicarse a lo largo y ancho del país, debido a la imposibilidad de juntarse en bares y boliches para evitar focos de contagios y propagación del COVID-19.