miércoles 27 de marzo de 2024

La historia del médico que recibió la emocionante bienvenida tras ganarle al COVID-19

Ángel Rivero superó al coronavirus y recibió conmovedoras muestras de afecto cuando retomó sus actividades en una clínica y una olla popular de Berisso.

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Ángel Rivero se contagió de coronavirus y se recuperó tras dos meses de aislamiento. Una vez que superó la enfermedad, retomó sus actividades y fue recibido con una emocionante bienvenida que conmovió a toda la región.

El médico clínico formado en el Hospital Rossi de La Plata se desempeña en la terapia intensiva de la clínica Mosconi y también cumple funciones en una olla popular que se realiza en un club de Berisso. Con un vínculo muy fuerte con ambos lugares de la vecina localidad, fue sorprendido con grandes muestras de afecto tras vencer al COVID-19 y volver a prestar su servicio.

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Según indicó Rivero, el virus venía haciendo mucho daño a la clínica y había golpeado duro al grupo encargado de los internados graves, que él integraba junto a los otros dos profesionales. Desafortunadamente, uno de sus compañeros murió a causa de la enfermedad y el otro quedó con secuelas severas y no puede caminar.

Con ese panorama, la comunidad del centro de salud tenía pocas esperanzas para con Rivero, quien estuvo 60 días luchando para recuperarse. Es por eso que, al verlo entrar de nuevo a la clínica, le dieron una conmovedora bienvenida que quedó registrada en un emotivo video.

“Veníamos con un clima muy difícil por los fallecimientos de mis compañeros y cuando me vieron entrar me recibieron con aplausos y es algo muy emocionante”, relató el hombre a 0221.com.ar, y agregó que “dentro de la pandemia esas cosas sirven para matizar un poco tanto sentimiento desfavorable”.

Por otra parte, Rivero participa de una olla popular en el Club Zonal Nacional, donde realiza controles médicos a las personas que se acercan a buscar las 300 viandas que cocinan de jueves a domingos: “Yo nací en el barrio Nueva York y siempre me vincule con el lugar, por eso me ofrecí a integrarme desde mi profesión”, explicó.

Sus tareas en el lugar dieron origen a una fuerte relación con la gente del lugar, que también lo recibió con otra emocionante bienvenida por parte de vecinos y vecinas.

En esa línea, detalló: “Voy y controlo oxigenación con sensor, después con pistolas infrarrojas les tomo la temperatura a cada persona que va a buscar la vianda y eso genero un vínculo fuerte con la gente de ahí y la recibida que me dieron me dejó muy conmovido”, y agregó que “esa gente que hace tanto sacrificio y que es tan humilde que te den esa muestra de cariño la verdad que fue algo único. Tengo 51 años y nunca me paso algo tan fuerte”, remarcó.

“A veces la vida te pone a prueba para que saques fuerzas de donde no tenés para salir adelante, y esta muestra de afecto de mi gente de la Nueva York es otra demostración de que la fuerza surge y te hace revivir física y espiritualmente”, agradeció el médico.

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