En Inglaterra aún no superan lo sucedido en el Mundial de México de 1986, cuando Argentina se impuso por 2 a 1 y eliminó al conjunto británico del certamen. Ese mismo año, con Diego Armando Maradona como figura, el seleccionado albiceleste se consagraría como Campeón del Mundo y así se instalaría una fuerte polémica por el gol marcado por el Diez aquel día.
La victoria ante los británicos fue especialmente celebrada por los argentinos. Es que, además de lo que supuso deportivamente, también sirvió como una suerte de revancha por lo acontecido en la Guerra de las Malvinas. Nacía entonces una rivalidad que todavía sigue viva y en las últimas horas Peter Shilton volvió a dejar en claro que la polémica está lejos de quedar saldada.
Casi 34 años después de aquel suceso, Shilton disparó con munición gruesa contra el DT del tripero. "He visto a otros jugadores hacer trampa, admitirlo y disculparse. Pero su actitud explica por qué hay animosidad. Así como Maradona no se disculpará, yo no le daré la mano ni lo reconoceré. Siempre digo que es el mejor jugador de la historia, pero no lo respeto como deportista y nunca lo haré", soltó.
En esa línea y visiblemente enojado, el exarquero de la selección inglesa afirmó que "ese partido se recuerda por las razones equivocadas". "Hice todo lo que pude y la famosa foto muestra que estoy más cerca de la pelota que su cabeza. Es por eso que lo golpeó con la mano. Siempre hay personas que dicen: 'Oh, él te superó'. No me superó. Él hizo trampa", cerró el emblema británico.

Shilton se refirió además a cómo pegó ese gol al conjunto inglés y a la actual tecnología del VAR, para asegurar que ese tanto debió ser anulado: "No soy solo yo. Todo el equipo de Inglaterra sufrió porque Maradona hizo trampa. La gente se queja sobre la aplicación del VAR en estos días, pero habría sido brillante para nosotros en ese caso. Lo admitió de forma indirecta, diciendo que era la 'Mano de Dios'. Pero no se disculpó ni mostró ningún remordimiento", concluyó.
El mítico gol del actual entrenador del Lobo sigue siendo un dolor de cabeza en Inglaterra y la polémica sigue más viva que nunca.