jueves 21 de marzo de 2024

El incendio en el Amazonas bajo la lupa de una experta de la UNLP

La especialista explicó las causas que originaron el incendio en la Selva Amazónica y también analizó las posibles réplicas en nuestro país. Preocupación mundial por las llamas que azotan a uno de los espacios verdes más importantes para el medioambiente.

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Por Corina Graciano*

Según afirman las organizaciones ambientales, los incendios forestales en la selva brasileña fueron provocados por ganaderos y madereros que quieren limpiar y utilizar la tierra. Estos incendios tienen un impacto muy negativo en la región con mayor biodiversidad del mundo, que es fundamental para la regulación climática del planeta.

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Greenpeace en su sitio web indica que los incendios forestales se producen principalmente en las regiones amazónicas que están muy afectadas por la deforestación, dado que el uso del fuego es una de las principales herramientas que utilizan los agricultores para deforestar. Asimismo, indican que ocho de los diez municipios afectados también son los que registraron los números más altos de alertas de deforestación.

Si se analizan los fuegos activos de intensidad media a alta en las últimas horas que está disponible en el Sistema de Información sobre Incendios para la Gestión de Recursos (FIRMS) de la NASA, se observa una gran cantidad de focos en la región amazónica. Sin embargo, también hay presencia de fuegos en Argentina, en el norte de la provincia de Corrientes, y aunque no se han registrado focos en Misiones, la alerta es máxima y están prohibidas las quemas.

Si bien no se puede asegurar, muchos de los focos que se observan en nuestro país posiblemente sean intencionales, ya que el fuego se utiliza para reducir los residuos de la cosecha forestal en plantaciones, para habilitar áreas con bosque para la agricultura y para estimular el rebrote de pastizales para la ganadería, tal como conoció la sociedad en abril del 2008 cuando el humo de la quema de los pastizales del Delta del Paraná afectó la vida de los porteños y llegó a La Plata.

En el Informe de la Comisión de la Red Argentina de Ciencia y Tecnología Forestal (REDFOR.ar) sobre el traspaso de funciones del Sistema Federal de Manejo del Fuego (SFMF), se explica detalladamente que el fuego está asociado de manera indisoluble al combustible, y éste, en ecosistemas naturales, es sinónimo de biomasa vegetal. Desde otra óptica, la biomasa vegetal puede ser visualizada como forraje para los animales, madera y hábitat de fauna.

Existen tres fuentes de ignición: los volcanes, los rayos y el hombre. En nuestro país, la principal fuente de ignición es el hombre. La evidencia antropológica y etnológica indica que las comunidades originarias de nuestro país y de la selva amazónica utilizaban el fuego para poder trasladarse, controlar plagas e insectos, crear forraje, defenderse en la guerra, cazar y habilitar superficies para realizar cultivos para alimentarse. Estas comunidades aplicaban técnicas de control de los fuegos de manera que podían controlar la superficie quemada y la intensidad del fuego.

En la actualidad, los fuegos en los bosques y plantaciones suelen originarse por 'fuegos de interfase', que son aquellos fuegos de la periferia del bosque.

La problemática de los incendios en áreas rurales debe considerar varios aspectos: la prevención y el uso del fuego; los aspectos culturales o sociales del fuego y la ecología del fuego. Un ejemplo claro de la problemática de los incendios se observa en las plantaciones forestales de pino, especialmente en la parte central de nuestro país. Los pinos originalmente plantados para superar la falta de papel, terminaron siendo plantaciones abandonadas, que en la actualidad se emplean con fines turístico y recreativo. El valor inmobiliario aumenta significativamente por la presencia de pino, debido al valor paisajístico de las plantaciones. El problema es que ese paisaje que no corresponde a las condiciones ambientales de esa región de Argentina.

Las plantaciones son viejas porque se prefieren los árboles altos, sin poda ni raleos y repletas de combustible altamente inflamable. Este combustible ocasiona incendios de gran magnitud como los observados recurrentemente en Córdoba.

En los Bosques Andinopatagónicos también suelen originarse incendios de variada magnitud durante los veranos, que algunos se originan por rayos pero otros tienen origen humano, ya sea intencional o por descuido, por ejemplo por colillas de cigarrillo o fogones mal apagados. De igual manera, en veranos secos, los incendios no intencionales han producido graves daños en amplias superficies de plantaciones en Entre Ríos.

Los incendios en áreas rurales, plantaciones y bosques nativos deben ser analizados atendiendo a que la problemática es compleja. Deben arbitrarse mecanismos de prevención de los incendios, ya que controlarlos una vez que se iniciaron es muy difícil.

Los mecanismos de prevención se basan en controlar la cantidad de combustible disponible. Una alternativa en desarrollo en plantaciones y bosques nativos es la implementación de sistemas silvopastoriles, que significa combinar los árboles con ganado. La alimentación del ganado reduce la biomasa disponible en el suelo forestal, y por lo tanto disminuye el riesgo de incendios.  La prevención también debe basarse en sistemas de detección temprana.

El plan de manejo del fuego a nivel nacional debe considerar el uso del fuego por diferentes actores rurales, que deben ser capacitados para que utilicen correctamente esta herramienta de manejo de pastizales y plantaciones, a la vez de brindar herramientas alternativas a la quema.

Finalmente, es importante que se estudie el impacto ecológico del fuego, tanto de los fuegos controlados como los incendios. Los incendios destruyen áreas con valor productivo y de conservación y deben evitarse, ya que producen daños económicos, sociales y ecológicos de gran magnitud.

 

*Docente e investigadora en el Instituto de Fisiología Vegetal (INFIVE), profesora Adjunta del Taller de Integración Curricular I de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP. También es coordinadora Alterna de la Red Argentina de Ciencia y Tecnología Forestal.

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