lunes 17 de febrero de 2025

De elegante defensor a entrenador y docente: ¿qué fue de la vida del Flaco Morant?

Su documento indica que nació en Esquel el 30 de junio de 1970, pero a nuestra ciudad llegó para quedarse y hoy es un platense más, por adopción. El fútbol y la docencia son su pasión. Un marcador central con mucha presencia y uno de los más recordados en la historia de Gimnasia de la década del noventa.

La charla comenzó con un análisis del momento que vive su amigo, el Indio Ortíz: “Estoy muy felíz por Darío. Se merecía esta oportunidad, hoy tiene la chance de demostrar su capacidad y no hacer un salvataje como en etapas anteriores. No fui estos días a Estancia Chica porque las cosas estaban saliendo bien, aunque me reclama la visita. No creo mucho en esas cosas pero por las dudas voy y tomo mate en la casa”. En el diálogo con 0221.com.ar, el Flaco Javier Morant narró su actualidad en el fútbol y contó que “la idea es seguir trabajando como ayudante de Hernán (Cristante). Estamos esperando una chance en México pero hay que esperar porque después de la salida de Toluca no te permiten volver a dirigir en la misma temporada”.

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“Fue una gran experiencia en lo personal trabajar en el fútbol mexicano, es una liga muy organizada, sin tantas presiones, un fútbol más relajado con clubes que tienen una gran infraestructura, se entrena con todas las comodidades”, agregó el ex defensor.

LA REVOLUCIÓN MARADONA

El Flaco opinó sobre el trabajo de Diego Armando Maradona en el país azteca: “Diego fue una revolución. Primero lo miraban de reojo, el equipo estaba muy mal y con él en el banco realizó dos grandes campañas a pesar que no logró ascender. Genera admiración en todos lados y está muy bien que le den continuidad”.

El fútbol, los medios, la gente en otro país: “los medios exigen pero el hincha es mucho más tranquilo, se pierde un partido y los jugadores se pueden ir sin problemas de una cancha, no se los persigue. No se vuelven locos, no están todo el tiempo hablando de fútbol, aunque hay ciudades que son más parecidas a nosotros en el día a día, como por ejemplo Monterrey, donde está trabajando Diego Alonso”.

Más adelante reflexionó que “el fútbol argentino es una locura, no se vive tranquilo pero al mismo tiempo estamos acostumbrados a eso y por momentos extrañamos esa pasión con la que convivimos en este país”.

GIMNASIA, SIEMPRE GIMNASIA

Morant debutó en la primera de Gimnasia el 11 de noviembre de 1990 cuando ingresó en el último minuto en la visita del Lobo a Huracán. El partido terminó 1 a 1 y reemplazó al peruano Jorge Cordero. El arquero en aquela tarde fue Julio César Falcioni. Su primera vez como titular fue el 10 de marzo del 91 en el Bosque en la victoria 2 a 1 frente a Deportivo Español. Ese día en el arco estuvo Cristante y su compañero de defensa fue Ortíz. “Me gustaría volver a trabajar en Gimnasia. En este club hice todo, me dieron la chance de trabajar de lo que me gusta. Estuve en todos los estamentos, sólo me falta ser dirigente. Hoy no se dio la posibilidad de regresar pero es algo que nunca descarto”, enfatizó.

En este regreso a La Plata da clases en la escuela de técnicos de Carlos Figueroa que funciona en el Colegio San Luis. En el 2013 escribió el libro “Retroceso del Fútbol Argentino”, dónde realiza un profundo análisis de las virtudes y defectos de nuestro deporte nacional. Al Lobo y a la ciudad llegó en el 88 y remarcó que “acá estoy muy cómodo, me gusta, La Plata es como mi ciudad”.

Hoy piensa en seguir dirigiendo en el exterior pero fija una postura clara: “me apasiona dirigir juveniles, formar chicos, hacerles entender que los objetivos llegarán con el tiempo, que no es conveniente acelerar procesos”. Precisamente en su libro resaltó esta idea: “cargarlos con una presión extra como ser el futuro de la familia es ir en contra de ellos”. En su ciclo como coordinador de juveniles -que abarcó del 2007 al 2011- se sentaron buenas bases y aparecieron futbolistas que hoy son figuras, como Nacho Fernández, Milton Casco, Lisandro Magallán, Maximiliano Meza, Franco Mussis y Alan Ruíz, entre otros.

Sobre el final volvió a opinar de la actualidad de Lobo y aseguró que “está bueno que el club apueste a ex jugadores como hoy con Darío y antes con Pedro (Troglio) pero porque demuestran capacidad y no porque se pudieron la camiseta. Tienen el valor agregado de inculcar el sentido de pertenencia, que siempre es bueno”.

El 25 de agosto del 96 jugó el último de sus 145 partidos en la primera de Gimnasia, donde marcó 18 goles. Fue un 0 a 0 ante, dónde hizo dupla con Jorge San Esteban. También jugó en Hércules de España y en Colón, donde también dejó una huella. Jugó 7 clásicos de La Plta, ganó 2, empató 4 y perdió 1. Morant y el fútbol van de la mano.

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