Todo nació a través del amor por los autos de dos hermanos platenses: Jorge y Cecilio Pablo Rau, que desde chicos comenzaron a juntar objetos y accesorios relacionados al mundo automotor. Lo que conseguían lo guardaban en el fondo de su casa y con el tiempo, fue tal la cantidad de elementos que tenían, que decidieron materializar su pasión por los fierros y construir de a poco un lugar para guardarlos, que actualmente es el "Museo del Automóvil".
“Ellos empezaron cuando eran chicos, la idea era divertirse y les gustaba juntar cosas. Después llenaron un galpón entero y dijeron de hacer un museo. Hoy mi papá tiene 80 años y mi tío Cecilio falleció antes de que pueda inaugurar”, cuenta Evelín Rau, directora del Museo e hija de Jorge, en diálogo con 0221.com.ar.
Claro que eso llevó muchísimo trabajo, tiempo y búsqueda. Desde la elección del edificio, el cual querían que tenga un valor simbólico para la ciudad, hasta la restauración del sitio y paralelamente la compra de automóviles que marcaron la historia y al momento siguen siendo piezas únicas. Sobre el lugar, que está ubicado en 1 entre 34 y 35 y donde antiguamente funcionaba un Oratorio, Evelín recordó: “Compramos el edificio en 1984 y estaba para demoler, pero rescataron parte de la estructura y 22 años después lo inauguraron”. El día tan esperado fue el 4 de marzo de 2006, cuando se hizo realidad el sueño de toda una familia que sigue alimentándose al día de hoy.

La idea desde el principio fue tener, además de todo lo relacionado a los autos, un espacio para conocer y aprender de la historia de la ciudad, con piezas únicas y auténticas. También cuentan con un Bar-Cafetería que tiene reliquias y una tienda de regalos para que los visitantes puedan llevarse un recuerdo.

“El museo es súper familiar y vienen muchos nenes, no es sólo fierrero, tenés un montón de cosas para aprender que no tiene que ver con los autos. Es como un museo de la ciudad porque hay muchas piezas”, menciona la Directora, quien se sigue emocionando al hablar de este lugar que tanto sentido de pertenencia tiene para la familia Rau.
Autos de distintas marcas, autitos de colección, accesorios, bocinas, velocímetros y surtidores son algunos de los elementos que se pueden encontrar en “El Museo del Automóvil”, como así también boleteras y monederos de los viejos colectivos, máquinas de escribir, buzones antiguos, balanzas, cartelería, sifones, y demás que conforman un gran inventario. “Es como abrir las puertas de nuestra casa y lo lindo es el intercambio con la gente, que muchas veces algo les trae un recuerdo y te hacen preguntas”, agrega Evelín, a su vez que reconoce lo mucho que aprendió escuchando las anécdotas e historias de las personas que allí visitan. A eso le suma la gratitud que le genera a ella y su familia al ver a nenes y nenas tener contacto con elementos que jamás vieron, y que actualmente no existen, ya que la tecnología los extinguió.

El lugar está abierto todos los fines de semana y feriados desde febrero a mediados de diciembre. El horario es de 15 a 19, y el valor de la entrada es $90 la general, $20 para los chicos de 6 a 12 años, y los menores de 6 ingresan sin cargo.
“Si vienen pueden aprender, ver y tener acceso a muchas cosas. Para nosotros es importante que esté abierto a la comunidad”, cierra la directora del museo, que invita a todos los vecinos a conocer el sitio lleno de reliquias y recuerdos, y así, volver por un rato al pasado.