El albergue de la UNLP abrió sus puertas para recibir a los primeros estudiantes huéspedes. Con el avance de obras de remodelación del tercer módulo edilicio y la incorporación de 22 nuevas plazas, la casa de altos estudios platense recibirá a 150 alumnos provenientes del interior del país que no cuentan con los medios suficientes para afrontar los gastos de un alquiler.
Desde el 28 de enero, los primeros 95 jóvenes comenzaron a llegar al complejo universitario, uno de los emblemas de las políticas de Bienestar Estudiantil de la UNLP. El albergue ofrece alojamiento, transporte y alimentación para 150 estudiantes que cursan en alguna de las 17 facultades.
“Desde que lo inauguramos en el año 2011, hacemos un enorme esfuerzo para hacer crecer este espacio y poder ofrecer así a más jóvenes una oportunidad para acceder a la educación superior”, señaló el presidente de la UNLP, Fernando Tauber. Además, agregó que “llegar a la plena ocupación es un sueño que abrigamos desde hace casi 10 años, y hoy nos encaminamos con firmeza a hacerlo realidad”.
Los responsables del predio de 61 y 127 explicaron que ya finalizaron las obras del primer piso, exclusivo para habitaciones, y solo restan detalles para la terminación de la planta baja. Luego avanzarán sobre el segundo y tercer piso para que, una vez finalizados los trabajos, el albergue pueda alojar a 200 estudiantes y, de esta forma, alcanzar su plena ocupación.
“Queremos que esta sea la casa de los chicos que llegan a estudiar desde el interior, que la sientan como propia”, puntualizó Tauber y añadió que “a cambio les pedimos a nuestros estudiantes nada más y nada menos que se reciban, que encaren sus carreras con entusiasmo, con energía; y que nos pidan ayuda cuando lo necesiten, porque nosotros estamos para acompañarlos desde hoy hasta el día de su egreso”.
Por su parte el director del albergue universitario, Franco Mella, detalló que en la planta baja del tercer módulo edilicio se habilitará en los próximos días un espacio de uso común, que incluirá un salón de usos múltiples y una cocina. “De esta manera, se busca mejorar los espacios existentes y, sobre todo, dar mayor independencia a los jóvenes albergados”, remarcó Mella. También se destinará un ala de la planta baja como depósito, tanto de mobiliario como de mercadería, y a su vez tendrá vestuarios para los trabajadores del Albergue.
Los siguientes tres pisos de este módulo mantienen una estructura similar a la de sus dos "hermanos", y estarán destinados íntegramente a habitaciones. Serán en total 66 habitaciones individuales con sus respectivos baños, y cada piso tendrá una sala de estudio de uso común.
Cabe destacar que también se realizó la restauración de los baños de todo el edificio y el reemplazo de los artefactos que no se encuentran en condiciones. En ese sentido, se está llevando a cabo la renovación de toda la parte eléctrica, incluyendo equipos de iluminación y toma corrientes, y se instalará un sistema de calefacción central. El objetivo de estos trabajos es para garantizar las condiciones de seguridad del edificio, el cual dispondrá de todos los complementos de emergencia, como herrajes, luces de emergencia, señalética, y matafuegos.