El rumbo de la economía no conforma a los vecinos y por eso, por octavo viernes consecutivo, una importante cantidad de platenses se reunió, desde las 20, en la céntrica esquina de 7 y 50. Allí se reunieron, además, con los estudiantes de la FULP que, por primera vez, se plegaron a la protesta sumando sus propias reivindicaciones.
En medio del sostenido aumento de los precios y con una inflación que cerró en enero en un 2,9%, un 49,3% de incremento interanual; los manifestantes reclamaron por soluciones efectivas a la crisis económica que atraviesa el país y exigieron un freno al aumento en las tarifas de los servicios públicos de gas, luz, agua y transporte.
Tal y como ocurrió en las ocasiones anteriores, se espera que los manifestantes cortaron el tránsito en la céntrica esquina. En esta oportunidad, sin embargo, también marcharon hasta 12 y 50, marchando por la avenida platense.
Por su parte, distintas localidades de la región también tuvieron su propio punto de encuentro para hacer visible una problemática que pone en jaque el bolsillo de los argentinos.
El ruidazo fue una modalidad de protesta que comenzó a implementarse el viernes 28 de diciembre, un día después de que el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, anunciara los aumentos en los boletos de colectivos y trenes para los primeros meses del 2019. Las protestas tuvieron su origen en los grupos de Facebook y WhatsApp pero, con el correr del tiempo, fue haciéndose más organizada y masiva.
Esta vez, incluso, se sumaron los estudiantes enrolados en la FULP para exigir la actualización del boleto universitario, que sufrió un fuerte retraso tras los aumentos en el transporte.