Román se salvó de la tragedia. Cuando sus compañeros de la escuela Nº 41 de Benavídez empezaron a planificar un viaje a Mundo Marino, él dijo que no le interesaba. Pero después se arrepintió, aunque ya no pudo sumarse. Fue la indecisión y la suerte lo que terminó sacando a este nene la tragedia que se desató en un segundo.
Ruth, su mamá, contó en diálogo con Telefé que ella mismo fue quien le insistió para que viajara: "Quería que compartiera tiempo con sus compañeros, que los conociera más", señaló.
Lo cierto es que en febrero habían ido Román y su familia habpian ido a la costa bonaerense y él se aburrió. Por eso mismo no le interesó participar de la salida escolar.
Para cuando finalmente se decidió ir junto a sus compañeros, no pudo hacerlo ni aunque pagara la excursión. No había cupo. Así es como Román se quedó en su casa, mientras el resto de sus compañeros, de entre 11 y 12 años, se subía a una ilusión que terminó en tragedia y dolor.
"Estoy feliz porque mi hijo está acá", admitió Ruth. Pero el alivio no alcanza para disimular la tristeza por lo que vivieron los demás. "Me solidarizo con las familias de los chicos que perdieron la vida y los que están internados", agregó enseguida.

Durante la entrevista, al lado de Ruth está su hijo, que no habla. Hasta que se prendió la cámara, cuenta la mamá, estaba acostado en su cama. Así está desde que se enteró lo que pasó con sus amigos.
Apenas recibieron la terrible noticia, Román se comunicó con uno de sus compañeros. Fue quien contó que durante el viaje, el chofer iba mirando el celular y que después "se quedó dormido".

"Estaba escrito que él no tenía que ir", aseguró su mamá, que ahora más que nunca cree que en el destino. Cuando le preguntaron a Román qué quería decirle a sus compañeros, manifestó: "Quiero que se mejoren, y que estén tranquilos".