"Mis viejos quedaron en shock, estuvieron dos días sin dormir". Nicolás es uno de los hijos del matrimonio que en la noche del martes pasado padeció una salvaje entradera en La Loma: al menos cinco hombres vestidos de policías ingresaron a la vivienda ubicada en 46 entre 26 y 27, golpearon salvajemente a las víctimas y escaparon con un importante botín.
Como contó 0221.com.ar, los ladrones forzaron el ingreso al domicilio y le dieron una brutal golpiza al propietario para reducirlo y recorrer las habitaciones en busca de distintos objetos de valor. Luego de permanecer algunos minutos en el lugar, se apoderarse de dinero en efectivo y electrodomésticos para finalmente darse a la fuga.
"Realmente están que casi no pueden casi ni hablar. Desde que llamó la policía que había terminado todo, vine corriendo porque vivo acá a una cuadra y media, vine en 10 segundos. Desde ese momento están en shock, tratamos con mi hermana de estar encima, cuidarlos, de darles lo que necesitan, apoyo, pero apenas pueden dormir. Mi vieja casi por un día no pudo comer porque están totalmente asustados", dijo el joven en diálogo con La Cielo. El ataque que sufrió su familia fue con saña: "Los mataron a golpes. Fue mucha violencia, no se entiende".
Todo se desencadenó cerca de las 21.30 y la familia estaba esperando que llegara un delivery de comida para terminar de cerrar toda la casa. "Mi viejo escuchó un ruido. Tenemos cámaras, así que las prendió. No vio absolutamente nada, pero al ratito escuchó un ruido de nuevo, salió hasta la puerta. Se asomó por la ventana y vio que ya había dos personas adentro, agachadas", detalló.
En cuclillas, atrás de un auto, estaban escondidos los delincuentes, por eso no lo tomaban las cámaras. Pero el padre de Nicolás los vio y cuando fue a avisar que llamen a la policía oyó un ruido en la puerta: "Estaban de golpe cinco tipos encapuchados, con guantes".

Lo primero que hicieron fue reducir al matrimonio y les pegaron un culatazo a cada uno en la cabeza. "Durante media hora los mataron a golpes en la cara, en el cuerpo, al punto que nockearon a mi mamá, se cayó al piso y cuando se cayó la volvieron a levantar. Revolvieron todo lo que pudieron revolver, le sacaron lo que tenían de oro, un par de relojes buenos, plata, no se cuánta", contó sobre uno de los momentos de mayor tensión.
De un momento a otro llega el delivery. El repartidor tocó timbre tres veces y a la tercera los ladrones le dicen al hombre que se lave la cara y vaya a abrir la puerta. "Mi viejo tuvo que salir y decirle al chico del delivery que entre. Cuando entra estuvieron un minuto más porque se dieron cuenta de que los habían visto los vecinos de enfrente", siguió con su testimonio. Además, contó que los maleantes les gatillaron a sus padres todo el tiempo con un arma que supone que no estaba cargada, para dominarlos psicológicamente. Al minuto, los delincuentes escaparon y ni bien escucharon silencio, las víctimas llamaron a sus hijos.
El joven está convencido de que hubo un trabajo previo de los ladrones en la zona y lo relacionó con otros episodios violentos que se dieron en los últimos días. "Son casas lindas en ese lugar, se ve que ya la tenían fichada y vinieron", subrayó.
Y remarcó que no es la primera vez que pasa en esa cuadra un hecho similar: "Acá enfrente le pasó dos veces a un matrimonio y terminaron mudándose porque no soportaban más".
Ahora se encuentra abocado solo a la recuperación de sus padres. Si bien no tienen nada grave, junto a su hermana están atentos por si surge alguna herida interna, dados todos los golpes que recibieron en la cabeza. "Se paran y les duele, se acuestan y les duele. Les duele todo, son personas grandes", cerró.