La reconfiguración del gabinete municipal tendrá un componente de origen peronista más presente a partir del 10 de diciembre y eso ya fue explicitado por el intendente Julio Garro, quien hasta ahora se había mostrado cauto a la hora de profundizar sobre los cambios que realizará para “oxigenar el equipo”. Después del encuentro que tuvo con el ex candidato a vicepresidente Miguel Pichetto, el intendente dijo que su obligación es “hacerles un lugar” a los sectores del peronismo que se sumaron este año a Juntos por el Cambio. Pero fue un poco más lejos en la proyección política que puede tener eso en un nuevo escenario en el que será necesario “conducir” a los grupos hoy marginados del Frente de Todos.
La lectura de Garro puede tener una interpretación que excede a lo local y se derrama sobre el armado que el todavía oficialismo tendrá a partir del 10 de diciembre en la provincia de Buenos Aires tras la sonora derrota de lo gobernadora María Eugenia Vidal. Los intendentes que resultaron ganadores, especialmente los de ciudades pobladas como La Plata, tendrán un rol decisivo en esa disputa territorial.
“Esto nos pone en un lugar de conducir un proceso nuevo que es con un peronismo que no se va a encontrar representado con el frente que se conformó”, dijo Garro en relación al acuerdo que llevó al gobierno nacional a Alberto Fernández y al provincial a Axel Kicillof. Las palabras pueden impactar en la interna de Juntos por el Cambio y puntualmente en la vinculada con el PRO, donde existen intendentes que vislumbran un futuro inmediato sin el liderazgo de Vidal. Hasta ahora –no obstante– el platense se ha mostrado respetando a la gobernadora como jefa de la futura oposición.
Pero lo dicho, el posicionamiento del intendente tiene correlato local y es la incorporación de esos nuevos sectores peronistas a su propio equipo. “Nuestra obligación es hacerles un lugar para que se sumen, para que tengan un lugar en la gestión, para que colaboren y nos den nuevas ideas. Es hora de que más allá de la ideología nos sentemos a trabajar en conjunto”, dijo.
Agregó que “es cierto que hubo mucho peronismo que no tuvo un lugar en el Frente de Todos y ese peronismo de una u otra manera encontró otras referencias políticas. Pasó en nuestra ciudad, donde estoy absolutamente convencido de que nos han acompañado”.
Esos sectores tienen referencias concretas con nombre y apellido. Por un lado el concejal que vence mandato, Fabián Lugli, y por otro el titular del Sindicato de Trabajadores Municipales, Darío Alfano. Con distinto nivel de exposición ambos estuvieron en el encuentro con Pichetto y ambos, personalmente o a través de representantes, tendrán presencia en el gabinete municipal del futuro inmediato.
La incorporación representará una profundización de la “peronización” del gabinete en el armado local del Juntos por el Cambio. De esa cantera ya reportan el todavía secretario de Obras Públicas, Luis Barbier y el titular de Espacios Públicos, Marcelo “Chuby” Leguizamón. A ellos se suman desde la Legislatura la diputada Carolina Barros Schellotto, presente en el encuentro de Garro y Pichetto, y los legisladores del monzoismo (Gabriel Monzó y Guillermo Bardón), en una situación que los tienen más cerca de estar afuera que adentro de la alianza macrista.
A 22 días del inicio de los segundos cuatro años de mandato, lo seguro es que habrá cambios de aire vinculados con la gestión y con las relaciones políticas. “Siempre es bueno renovar después de cuatro años. Hay funcionarios que se cansan tienen su familia y hay un desgaste lógico. Por ahí no implica que dejen de trabajar, por ahí pueden ir a otra función a aportar toda su experiencia”, dijo el intendente y agregó una metáfora futbolera para que quien lo considere se ponga el sayo: “Es como en un equipo que sale a jugar el segundo tiempo, entrás con jugadores que no tengan una lesión”.