lunes 10 de noviembre de 2025

Julio Garro por la reelección: de la mesa chica "anti K" a la búsqueda del voto peronista

La carrera política de un abogado formado en la UCALP, fanático de Boca y de la pesca, que consiguió convertirse en intendente en su tercer intento. El domingo buscará ganarse en las urnas otros cuatro años de gobierno desafiando la ola peronista que amenaza con arrasar a nivel nacional y provincial.

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Julio Garro supo que iba a ser intendente unos meses antes de ser electo, cuando las encuestas post-PASO 2015 empezaban a marcar una tendencia en contra de su antecesor Pablo Bruera, el peronista signado por la trágica inundación de 2013. Eso se combinó con la arrasadora ola amarilla que se impuso a todo nivel y el 10 de diciembre de aquel año el dirigente que ya se había postulado para el cargo en otras dos ocasiones asumió en el palacio de calle 12 pidiendo perdón en nombre del Estado municipal por una catástrofe que atravesaría, por los trabajos que se hicieron para intentar evitar que se repita, su propia gestión hasta el final.

El jefe comunal que este domingo competirá por la reelección enfrenta el desafío opuesto al de aquel comicio. Necesita frenar una ola de distinto color que amenaza con devolverle el poder al peronismo, tanto a nivel nacional como provincial.

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La tarea no parece sencilla, pero desde las PASO hasta el cierre de campaña el intendente hizo todo lo que el manual indicaba: se despegó de la figura del presidente Mauricio Macri y de la realidad socioeconómica nacional, puso énfasis en los logros de la gestión municipal, cambió el look y se despojó del color amarillo, le habló a los extranjeros, cooptó sectores peronistas para trabajar en el corte de boleta y apuntó contra su principal rival de la elección, la diputada Florencia Saintout, para criticarla por su gestión en la facultad de Periodismo y sus supuestos vínculos políticos con la agrupación Quebracho o el chavismo venezolano.

El impacto de esas acciones se verá éste domingo cuando deba descontar los diez puntos que los cinco candidatos peronistas (todos sumados) le sacaron en las PASO. Cuenta con el antecedente de 2015 cuando las PASO terminaron en virtual empate entre Cambiemos y el Frente para la Victoria pero en las generales obtuvo una diferencia de 13 puntos.

Lo hace con su gobierno como carta de presentación. Una gestión que arrancó con complicaciones seria en el arranque, marcadas por el conflicto por ese cese de los contratos a trabajadores que habían sido nombrados en la gestíón de Bruera y por el episodio que terminó con la muerte de una joven en una fiesta clandestina en la madrugada del año nuevo de 2016 y la pronta saida de su primer secretario de Seguridad, el policía Daniel Piqué. Pero que repuntó en la consideración popular con el avance de las obras hidráulicas, la implementación del servicio de emergencia SAME, la política de iluminación a través de luces LED y la extensión de la red de cámaras de seguridad HD. Tanto que en la elecciones medio término logró aumentar el respaldo en votos.

Centró el discurso del último tramo de la campaña en las obras "que salvan vidas", en relación a los trabajos hidráulicos. Y promete que las prioridades para otros cuatro años serán para la generación de empleo, el crecimiento económico y el desarrollo de los sectores productivos.

PLATENSE DE PURA CEPA

Exponente platense arquetípico, Garro nació en la ciudad el 12 de febrero de 1972. Es el mayor de los seis hijos que tuvieron su padre Julio Garro y su madre María del Carmen Fernández Garganta.

Creció en la casa familiar de 7 y 62 y fue a la escuela primaria al Colegio San Luis, donde cursó la secundaria hasta el tercer año, pero en los dos finales pasó a la educación pública, en el Normal 3. Volvió a la educación privada para estudiar derecho en la UCALP y convertirse en abogado.

Vivió en esa zona cercana a Plaza Rocha hasta que a los 25 años se casó con María Dolores Conde. La Loma (29 y 37) sería su lugar desde entonces y hasta poco después de la inundación de 2013. Garro no estaba en la ciudad cuando el agua arrasaba con todo y afectaba su propia vivienda. Poco después fue la mudanza al country Grand Bell, en la zona norte del distrito, que habita actualmente con su familia: su mujer y sus cuatro hijas Milagros, Juana, Julia e Isabel.

Antes, un inmenso dolor había atravesado a la familia cuando en un accidente doméstico murió su primer hijo de menos de un año, también llamado Juli. El propio intendente contó conmovido lo que significó aquella pérdida cuando ante medios nacionales habló sobre la tragedia en la Colonia del Colegio Lincoln, y pidió justicia para el pequeño Lucas Lin.  

Fanático hincha de Boca, club del cual sueña ser dirigente, el poco tiempo libre que le deja la gestión intenta dividirlo entre su pasión por la pesca y su afición por el rugby.

MESA POLÍTICA

Una cena compartida por un grupo de amigos y allegados de la política puede rastrearse como en embrión de una candidatura que más adelante se convertiría en su intendencia. Los cinco comensales la pueden recordar de distinto modo. Una versión indica que sentados en torno a una mesa en la sede del Club de Cazadores, en el centro platense, todos coincidían en que estaban ante una oportunidad inmejorable para llegar al palacio de calle 12. Corrían los últimos meses de 2014 y se palpitaba que podía concretarse un cambio en los vientos políticos.

“De esta mesa sale el próximo intendente” se juramentaron y se propusieron establecer las pautas. Allí estaban Julio Garro, Sergio Panella, Oscar Negrelli, Mariano Penas y Javier Mor Roig. Algunos establecieron que el candidato local tenía que ser del PRO porque el candidato a presidente iba a ser Mauricio Macri. No todos cumplieron y algunos estuvieron en armados diferentes en las PASO del año siguiente.

Para llegar a ser “el elegido” de aquella mesa, Garro atravesó una carrera política con activa participación durante diez años. La primera candidatura fue en 2005, cuando ocupó un lugar entre los candidatos a concejales suplentes de Propuesta Republicana, la fuerza que sería el antecedente del macrista PRO cuando el actual presidente se alió con Ricardo López Murphy. Aparecían como referentes de aquel armado dirigentes como la actual diputada bonaerense Carolina Barros Schelotto, Fabricio Moschettoni, Diego Fredriks y Santiago Tonelli.

Dos años después, cuando Bruera derrotaba a Julio Alak para hacerse cargo de la Municipalidad durante ocho años, Garro se convertía por primera vez en candidato a intendente por Unión-PRO, donde convergían macristas y peronistas no kirchneristas como parte de la boleta que llevaba a Francisco De Narváez y Jorge Macri para la Gobernación. En esas elecciones el actual intendente obtuvo poco más de 25 mil votos (el 7,86%) y quedaba en quinto lugar.

Dos años después se convertiría en diputado bonaerense al sumarse a la ola ganadora contra el kirchnerismo después del conflicto con el campo. Unión PRO ganó aquellas elecciones en la octava sección electoral con el 27,3% de los votos y Garro asumió la banca por cuatro años junto a Gonzalo Atanasof, quien encabezaba la lista. En aquellos comicios también lograrían entrar por el Acuerdo Cívico y Social, Negrelli y Panela, dos de los comensales del Club de Pescadores.

Con la banca de diputados asegurada hasta 2013, Garro tuvo un segundo intento por llegar a la intendencia en 2011, un momento desfavorable por la ola kirchnerista del 54% de Cristina Fernández de Kirchner. Fue el momento de mayor acercamiento del actual intendente al peronismo, ya que representó al Frente Popular, un armado promovido por Eduardo Duhalde. Fue el primer año de PASO para la intendencia y Garro las superó con el 11,45% de los votos (38.980). En las generales caería sensiblemente al 6,89% (24.683 votos).

La tercera sería la vencida en 2015. Hubo alianzas cruzadas con radicales y peronistas para imponerse en una PASO de tres fuerzas que lo potenciaron para derrotar a Bruera en las elecciones generales. Garro juntó 170 mil votos (el 41,64%) para convertirse en intendente. Y la lista que él promovió superaría esa marca, con 204 mil votos (el 48,13%) en las legislativas de 2017.

Cayó a 156 mil votos (37,06%) en las PASO de agosto pasado y ahora tiene el desafío de recuperarse para lograr la reelección. El resultado del domingo demostrará si la estrategia que desplegó para despegarse de las políticas nacionales y promover el corte de boleta fueron efectivas o no.

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