Mario Aranda, militante del peronismo platense, denunció haber sido secuestrado por tres desconocidos luego de llegar a Lisandro Olmos para realizar una junta de firmas contra el tarifazo. El calvario duró varias horas hasta que fue liberado en la localidad de Magdalena, para posteriormente regresar a la ciudad y reunirse con su familia.
"Me llamaron por teléfono las compañeras que ya estaban allá (en la esquina de 44 y 197). Me levanté para llevarles algunos materiales pero, cuando llegué, no había ninguna mujer. Había tres monos con armas que me obligaron a subir a mi auto y me dijeron 'vamos a hablar, vamos a Magdalena'", contó la víctima en medio de un acto en Plaza Moreno tras su liberación.
En este sentido, el diputado provincial Guillermo Escudero se hizo eco del episodio y aseguró a 0221.com.ar que este no fue un hecho aislado de los ataques que la sede del PJ sufrió días atrás: "Debido a las sucesivas situaciones de agresión al edificio, no podemos separar a este caso de los otros. Lo de ayer (por el sábado) también fue agresivo, sobre todo por lo que tuvo que vivir Mario, un dirigente comunitario y muy querido en El Retiro".
Continuando con su relato, Aranda indicó: "Cuando llegamos a Ruta 11, se convirtió en una tortura verbal constante. Hubiese preferido que me cagaran a palos y no que dijeran lo que dijeron. Al llegar a la zona donde arranca la cárcel, los tipos me hicieron parar y dejar el auto abajo de unos árboles. Ahí se pusieron a discutir si me ejecutaban o no, pero el más joven dijo: 'Dejá que se vaya y aprenda'".
En ese momento, los sospechosos bajaron del vehículo y enfilaron hacia la cárcel no sin antes darle un mensaje intimidatorio a la víctima: "Me dijeron 'andá y seguí abriendo mesitas', como diciendo 'así te va a ir'", sentenció. Tras tomar conocimiento de la situación, las autoridades del PJ sacaron un comunicado en repudio de lo ocurrido, denunciando “persecución política en la ciudad de La Plata” y recordando los ataques contra la sede del partido, ubicada en 54 entre 7 y 8.
Por su parte, Escudero aseguró haberse reunido con Aranda el día posterior al secuestro para continuar con su proyecto militante en Olmos:"Todavía sigue angustiado, fue muy traumático lo que pasó. Es como si lo estuviera reviviendo una y otra vez, pero volvimos a poner la mesa en 44 y 197, no como algo desafiante sino para rubricar la cuestión militante".