Luego de haberse quedado con la Copa de Plata del Torneo de Primera División, las chicas dieron la vuelta en el Estadio Centenario de Quilmes, en la previa del partido por la segunda fecha de la Superliga, en el que el Pincha venció a Boca por 2 a 0.
"El martes anterior al partido uno de los miembros de la Comisión Directiva me dijo que tenía una sorpresa para mí pero que tenía que esperar hasta el jueves, así que esos días estuve bastante nerviosa. Me llamó el técnico y me dijo que iba a ser una de las alcanzapelotas. En realidad tienen que ser de inferiores y menores de 18 años, pero por toda mi trayectoria y esfuerzo, habían hecho lo posible para que pueda estar ahí", contó a 0221.com.ar Micaela.
Laura tiene apenas 14 años y llegó a Estudiantes hace seis meses, después de haber dado sus primeros pasos en distintas escuelitas de fútbol de la ciudad. "No esperaba esto, me sorprendió, además que me hayan elegido a mí y no a otras que están desde hace más tiempo", dijo a este portal.

Les dieron las mismas camperas que al resto de los chicos y después de recibir las indicaciones del coordinador de los alcanzapelotas, vieron la entrada en calor de los jugadores. Cuando terminaron, Pablo Lugüercio se acercó a saludarlas y felicitarlas. "No lo podíamos creer", contaron. Luego -tal como les habían adelantado- se ubicaron detrás de los carteles del arco protegido por el capitán del Pincha.
"Justamente no quería estar atrás de Andújar. Cuando voy a la cancha sigo todos los aspectos del partido y veo que es muy exigente con los alcanzapelotas. Ya estaba nerviosa por el momento, de poder hacer bien lo que nos tocaba y encima lo tenía ahí. Por suerte no tuvimos mucho trabajo", confesó Micaela. Laura, en tanto, agregó: "Salió todo bien lo que teníamos que hacer, fue re lindo todo, ganó Estudiantes y encima ante Boca".

Vuelta olímpica, aplausos, reconocimiento, alcanzapelotas y triunfo. Un lunes redondo para las chicas, que además son fanáticas del León. "En el segundo tiempo estuvimos delante de la tribuna local. Ahí me salió la hincha de adentro, saltaba, cantaba y grité el gol de Pellegrini", manifestó la volante que juega al fútbol hace 20 años.
ESTUDIANTES, UN CLUB COMPROMETIDO EN LA IGUALDAD DE GÉNERO
Lo del lunes no fue una casualidad, sino parte de una serie de políticas de la institución. Hace diez días el club lanzó la Subsecretaría de Género y Diversidad, a cargo de la Paula Aberastegui. Durante el evento de presentación se destacó la necesidad de llevar adelante un trabajo comprometido con el empoderamiento de las mujeres y el fortalecimiento de los liderazgos femeninos en todos los ámbitos deportivos.
Además, Estudiantes cuenta con una escuela de fútbol femenino. Las chicas de entre 6 y 16 años practican los martes y jueves en el Country de City Bell, bajo el mando de Roxana Vallejos, quien durante varios años jugó en el equipo principal. A su vez, ya se han realizado varios torneos mixtos.

"Se está haciendo mucho, dando mucha importancia a la mujer. El club quiere ser el primero en todo", subrayó Micaela.
TODAVÍA FALTA
En 1991 se dio el puntapié inicial con el primer campeonato de Primera División y el conjunto albirrojo fue subcampeón en el Apertura 2011, que quedó en manos de Boca. Se sabe que son cada vez más las chicas que juegan, que entrenan o tienen turnos fijos en canchas de fútbol 5. En ese sentido, según informes de la FIFA, es el deporte de mayor crecimiento en la última década. Pero pese al "boom", en Argentina el fútbol femenino aún es amateur y, por lo tanto, no redituable.
Sin ir más lejos, cuando el Pincha obtuvo la Copa de Plata después de vencer en la final a Excursionistas -goleó 4-0 en la ida y empató 0-0 en la vuelta-, ningún dirigente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) estuvo presente en el estadio. Eso no fue todo, tampoco premiaron a las campeonas, que improvisaron el trofeo con un bidón, un ícono de la historia pincharrata. Si bien el festejo se viralizó y se destacó entre los hinchas de Estudiantes, por otros fue considerado como una muestra más del atraso y las grandes diferencias existentes con los equipos masculinos.

"El torneo no es muy serio que digamos, se va organizando a medida que va avanzando. Por eso no esperábamos ni siquiera que hubiese una copa. Creo que se trató de otra desorganización de la AFA, más que una cuestión de maldad. No hay mala intención, pero a veces te hacen dudar un poco", consideró Micaela. En el mismo tono, se sumó Laura: "Debería haber estado la copa".
En el país son contados los casos de las jugadoras que firman un contrato o tienen la suerte de estar sponsoreadas por grandes marcas, como así también las instituciones que pagan viáticos. Solo se hacen cargo del cuerpo técnico, de brindar las instalaciones para los entrenamientos, los colectivos para los viajes, además de garantizar la seguridad y la presencia de ambulancias en los partidos.
Pese a que la Conmebol informó que a partir de 2019 los clubes que no tengan equipo de fútbol femenino no podrán participar de la Copa Libertadores y/o Sudamericana, en el país la situación prácticamente no se ha modificado. Son pocos los clubes de Primera que, si hoy se aplicara esa reglamentación, podrían competir, además del Pincha: Boca, Huracán, Independiente, Lanús, Racing, River y San Lorenzo. En la región, otra entidad que ha dado un importante apoyo al desarrollo de la actividad es Villa San Carlos de Berisso.
"Todavía falta un poco. Tenemos que saber aprovechar los momentos, en especial ahora, cuando la mujer está en lucha por igualdad de derechos. Es cuestión nuestra saber cuidar eso, estar bien paradas, organizadas y juntas para que el fútbol femenino pueda crecer", opinó Micaela.
La más chica del plantel -que tiene como referentes a la exmediocampista de River y a Camila Uzqueda- resaltó el apoyo que tienen por parte del club. "Noto que buscan la inclusión. No van a poner a Lugüercio como alcanzapelotas, pero avanza más que en otros clubes. Tenemos los elementos y el espacio que necesitamos", consideró.

El camino para romper las barreras machistas es largo, pero las representantes de Estudiantes dieron un pequeño pero gran paso, que esperan que se replique en otras instituciones. "Son sueños que por ahí los pensás pero crees que no van a ser posibles, como entrar a la cancha de Estudiantes, dar la vuelta, que la gente te aplauda y reconozca. Pasó todo en un mismo día. Lo viví como una linda experiencia, pero creo que si se repite en otros equipos, ahí me voy a dar cuenta de la importancia", terminó Micaela, que junto a Laura, ya son parte de uno de los hitos de la historia del fútbol argentino.