Tal vez pase desapercibido para los miles de platenses que día a día cruzan Plaza Moreno, pero en una de las dos macetas gigantes que están sobre el punto imaginario de avenida 13 y 53, se esconde desde hace mucho tiempo una medalla encadenada que porta consigo un misterio esotérico. Alguien la dejó oculta con un mensaje en contra de Satanás, en pleno centro de la ciudad.
De acuerdo con las previsiones de los expertos, un nuevo frente de tormentas azotará la región durante el fin de semana y piden a los vecinos mantenerse alerta.
Las autoridades locales y nacionales prevén un pésimo clima en La Plata y emitieron avisos por las tormentas pronosticadas para todo el fin de semana.
Sobre el frente de la medalla está la imagen de San Benito, con una cruz en la mano derecha y la Santa Regla en la izquierda. De un lado hay una taza y, del otro, un cuervo. Por encima de la copa y el cuervo están inscritas las palabras “Crux Sancti Patris Benedicti”, que quiere decir "Cruz del Santo Padre Benito". En el margen de la medalla, bordeando la circunferencia, se puede leer la leyenda en latín "Ejus en obitu nostro praesentia muniamus”, que traducido al español quiere decir "permite que en nuestra muerte, ser fortalecido por su presencia". San Benito, precisamente, es el patrón de la buena muerte.
Por otra parte, sobre el reverso, en el lado superior de la cruz, se lee la palabra "pax" (paz). También puede aparecer el monograma IHS, que quiere decir "Jesús". Alrededor se puede leer la frase “Crux Sacra Sit Mihi Lux”, que en español es "La Santa Cruz sea mi luz", junto con “Non Draco Sit Mihi Dux", que significa "No permitas que el dragón sea mi guía". También están las letras iniciales de la frase "Crux Sancti Patris Benedicti", acompañadas de otras más: “Vade retro Satana, Nunquam Suade Mihi Vana – Sunt Mala Quae Libas, Ipse Venena Bibas”. Esto quiere decir, ni más ni menos, que "Vete, Satanás, no me sugieras tus vanidades – mal están las cosas que tú pretendes, bebe tú, tu propio veneno".
La misteriosa medalla está sujeta con una cadena al cuerno izquierdo del rostro diabólico de la maceta gris. Y la cadena está oxidada, con lo cual la medalla aparenta permanecer en el mismo sitio desde hace mucho tiempo, bajo el sol y la lluvia.
En el mundo de la Iglesia esta medalla es muy estimada. Los consejos que brindan los religiosos apuntan a conservarla y tenerla cerca, porque "cuando se usa con fe, sin duda llevará a un mayor amor y aprecio de Dios".
Es más, los que conocen estas cuestiones van más allá y aseguran que la poderosa circunferencia nos protege de las tentaciones, engaños y tormentos de los espíritus malignos. Incluso puede destruir los efectos de la brujería y demás influencias diabólicas; obtiene la conversión de los pecadores, sobre todo cuando están en peligro de muerte; y cura aflicciones corporales, especialmente como protección contra las enfermedades contagiosas.
También puede curar a las personas que sufren de heridas o enfermedades, tiene el poder de la protección contra tormentas y relámpagos, protege a los niños de las pesadillas y puede contrarrestar los efectos del veneno. Quienes lleven la medalla de San Benito, como un sacramental que es, a la hora de la muerte serán protegidos de todo mal siempre que se encomienden al Padre Celestial, se confiesen y reciban la comunión o al menos invoquen el nombre de Jesús con profundo arrepentimiento. Esto es lo que aseguran quienes creen en sus poderes.
Se trata de un objeto que sin dudas aporta a toda la misteriosa atmósfera que engloba a Plaza Moreno. El centro de la ciudad de La Plata esconde muchos mitos que incluyen a las estatuas, a los cipreses, a la piedra fundacional y claro, a la Catedral, entre otros. Esta medalla oculta que alguien dejó tras el rostro monstruoso de una de las macetas es tan solo un ejemplo más.
En resumen, la medalla entera es una oración para pedirle a Dios que nos aleje de Satanás. La historia religiosa posiciona a San Benito como un ferviente luchador contra el demonio, y a su paso dejó esta herramienta, que ayuda nada más y nada menos que a enfrentar al diablo.