Goles son amores, sin lugar a dudas. Una acción puede cambiar la actualidad de un jugador en un abrir y cerrar de ojos. Eso fue lo que pasó en la cancha de Temperley con el experimentado Lucas Licht. El lateral estuvo muy cerca de dejar el club pero su familia fue clave para que continúe vistiendo la casaca tripera. Cuando parecía que los penales eran un hecho, Pedro Troglio lo mandó al campo de juego y el futbolista le respondió con un golazo.
El Lobo no encontraba los caminos para quebrar el 0 hasta que Fabián Rinaudo vio solo a Licht y este remató un zurdazo certero que resultó inatajable para el arquero Federio Cosentino.
Nuevamente, la pegada del “Bochi” fue clave para que Gimnasia pueda clasificar a la siguiente ronda de la Copa Argentina. En el festejo, el zurdo revoleó su camiseta por al aire y se señaló así mismo, en una clara muestra de desahogo por el momento que está atravesando el jugador.
Su ingreso sirvió para darle más movilidad al equipo y Troglio respira porque sabe que puede contar con un jugador que le dio muchas satisfacciones.