Goles son amores, sin lugar a dudas. Una acción puede cambiar la actualidad de un jugador en un abrir y cerrar de ojos. Eso fue lo que pasó en la cancha de Temperley con el experimentado Lucas Licht. El lateral estuvo muy cerca de dejar el club pero su familia fue clave para que continúe vistiendo la casaca tripera. Cuando parecía que los penales eran un hecho, Pedro Troglio lo mandó al campo de juego y el futbolista le respondió con un golazo.
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