Tiene 36 años y es policía. Trabaja en la localidad de Ensenada y cuenta con todo el apoyo de sus compañeros de trabajo. Su legajo de servicios no tiene sanciones y se graduó en la Escuela de Policía Juan Vucetich. Se trata de la madre de Alejo Ruiz, el joven sospechado de haber participado en el asalto a Kevin Sanhueza, el glover que fue baleado mientras realizaba un pedido en 16 entre 42 y 43. Se entregó este miércoles ante el fiscal del caso.
Con pedido de reserva de identidad, la mujer aceptó hablar con 0221.com.ar para defender a su hijo, quien está imputado en una de las causas de mayor atención de la opinión pública de este mes de noviembre en curso.
Mientras esperaba la llegada del joven al despacho del fiscal Juan Ignacio Menucci, rompió el silencio para defender al joven de 19 años de edad. “Lo miré a los ojos, conozco a mi hijo, no es ningún delincuente”, aseveró con firmeza. La mayor prueba de cargo que figura en el expediente es el relato de un testigo que asegura haber sido asaltado por el acusado.
La mujer lleva anotado en una libreta personal los movimientos de su hijo desde que quedó alojado en la comisaría Primera, donde puede recibir la atención médica por su problema de salud, derivado de un accidente vial ocurrido en febrero pasado. Viajaba en moto y fue impactado por un móvil policial en el marco de una persecución. La madre demostró la inocencia de su hijo y los policías fueron desafectados de la fuerza.
En relación al estado de salud de Alejo, relató que se encuentra "bastante delicado" porque "tiene una prótesis en la columna que le impide un montón de funciones". Y agregó: "Estuvo varios meses en silla de rueda y después con trípode, no llega para atarse los cordones de las zapatillas, lo hago yo. Tiene que tener sus comodidades para estar bien".
También descartó que su casa fuera allanada como se informó. “En mi casa no hubo ningún allanamiento, vivo en Punta Lara con mis dos hijos. Mi hijo no tiene moto, se maneja en mi auto. A mi casa se presentó personal de la DDI (La Plata) a informarme que mi hijo estaba imputado en la causa”.

Sobre cómo fue la entrega detalló: "Mi hijo se comunica con el abogado, después conmigo, y se entrega a la justicia como corresponde. Es mi deber, primero como madre y en honor a la enseñanza que le di, y segundo como personal policial, presentar a mi hijo a la justicia como corresponde para que esclarezca todo esto".
En relación a la investigación, fue clara y enfrentó la pregunta sin rodeos ni problemas. “La causa no me cierra, hay un montón de cosas raras. Lo filmaron y su cara se vio por todos lados, así no se presentará a la rueda de reconocimiento. Siento que esto no es lo que corresponde. Hubo entredichos con personal de la DDI que será aportado a la causa. Ya que lo hicieron público, yo no tengo miedo, vamos a ir hasta el final con todo esto”. La detención del joven fue filmada y viralizada. Su rostro se vio y eso pone en peligro la legalidad de un posible reconocimiento del acusado en una rueda de personas a la que deberá asistir la víctima Kevin Sanhueza, una vez que tenga el alta médico y el fiscal lo disponga.

En relación al incidente que protagonizó e joven con personal policial, la mujer explicó que “estaba en su moto y personal policial le tiró por la espalda. No acató una orden de infracción a la Ley de Tránsito, es lo único que tiene, nunca fue llevado a un penal ni a ninguna comisaría. En esa causa habrá varios (policías) desafectados y a esta gente no le gusta que me meta con eso. Que paguen hasta las últimas consecuencias. Mi hijo quedó discapacitado para toda su vida. Tiene una prótesis en la columna, sufrió fractura de esternón, fue sometido a tres transfusiones de sangre, meses internado, paralítico, hace poco que volvió a caminar. Pasamos por mucho”.
La madre aseguró que ella y su hija están “para colaborar en la causa, como mamá y como funcionaria pública. Es bastante difícil como madre pasar por esta situación, pero le hago frente porque sé lo que estoy hablando”, subrayó con angustia y lágrimas contenidas.