El titular de la Federación Empresarial La Plata (FELP), Gustavo Vetere, dijo que los comerciantes de la ciudad, especialmente los más pequeños, no están en condiciones de afrontar el pago del bono de fin de año de cinco mil pesos que el gobierno nacional anunció para los empleados. “Las Pymes van a tener la imposibilidad de pagarlo, al menos en los términos que se están planteando”, dijo el dirigente, y agregó que “en los negocios hacen malabares para pagar los sueldos”. El decreto firmado por el presidente Mauricio Macri este lunes establece un pago no remunerativo para todos los empleados del sector privado. Y en principio establece que sea en dos tramos, con los sueldos de diciembre y febrero.
En diálogo con 221Radio, Vetere no dudo de la “justicia” de la medida, pero observa cuestiones objetivas que impiden su ejecución en el rubro. “No hay actividad económica, no hay ventas. Es muy difícil pagar un bono cuando los comercios están con problemas para pagar los impuestos y las tarifas”, dijo. A eso se agrega, según su mirada, a que tampoco ve chances de acceder a algún tipo de financiación cuando las tasas superan el 70 por ciento.
Respecto de los alcances de la medida anunciada ahora por el Gobierno, espera ver el detalle del decreto porque “no está claro si va a ser obligatorio o no, a cuáles rubros tocará o si se podrá afrontar en cuotas”. Sin embargo sí dejó en claro que “sin ayuda, los comercios no van a poder pagarlo”. Aunque se esperan los detalles de la implementación del bono cuando se conozca el texto del decreto, sí se informó que la empresas más afectados por la crisis podrán hacerlo en una cantidad mayor de cuotas.
Entre las variables que consideró como condicionantes de la situación de los comercios platenses, mencionó que “los impuestos provinciales y nacionales no aflojan” y que en algunos rubros las tarifas tienen “efectos mortales”, especialmente en el sector gastronómico, como panaderías y pizzerías.
El otro elemento es el de los alquileres, pero en ese aspecto mencionó que se da un diálogo diferente que permite seguir adelante. “No es la más grave porque el propietario de un local termina arreglando con los inquilinos porque sabe que si se va le va a costar volver a alquilarlo, entonces la tiene que pasar”.
El último año, según Vetere, se han registrado una cantidad significativa de cierre de comercios, aunque “no ha sido masivo”. Evalúa que hay una especia de “subsidio” de parte de los comerciantes que evitan cerrar a toda costa porque “eso implica no sólo dejar a gente en la calle sino que ellos mismos quedan en esa situación, por eso la pelean hasta último momento”.
Finalmente evaluó el año desde enero, “cuando hacíamos planes para crecer, porque había un dólar a 20 pesos”, hasta los dos aumentos que experimentó la divisa, la caída del salario real y el aumento de las tarifas, que “nos llevó casi a una recesión”.
“El emprendedor apuesta toda su vida y se esperan los momentos buenos. Pero ahora es un momento difícil y las medidas no indican que vaya a haber medidas vinculadas con el aumento del consumo”, cerró Vetere su análisis.
