Hace apenas unos días, la diputada bonaerense Carolina Píparo fue blanco de múltiples críticas por una publicación que hizo en su Instagram. En ella destacaba la labor de los dueños del restaurante El Expreso, que todos los martes cocinan para gente en situación de calle como si de hecho hubiesen pagado la cena, al igual que el resto de los comensales. En la foto puede verse a Pedro, el hijo de la pareja que fue "impulsor" de esta acción solidaria hace unos meses.
Lejos de despertar simpatía, la publicación provocó las críticas de muchos usuarios. Una de ellas la periodista platense Araceli Etchepare, quien escribió: "Qué pena que tengan que ir a comer a otro lugar que no sea su hogar, ojalá eso los haga pensar qué está pasando y qué están haciendo para que las cosas sean así".
La respuesta de Píparo no se hizo esperar y aunque después borró lo escrito continuaron circulando capturas de pantalla de su entredicho. "Más allá de la terrible problemática de quienes hace mucho tiempo necesitan recurrir a comedores, esta es una experiencia hermosa para todos los que concurren, es salir a comer a un restaurante y que la gente que te sirve sean personas que se preocupen por hacer de cada noche un evento social donde el que está solo come acompañado, donde los nenes se sientan en un escenario a jugar y los perros de las familias son recibidos afuera con potes de alimentos, lo viven como un día de unión y celebración", había escrito la legisladora.
El repudio en las redes sociales se extendió rápidamente y varios dirigentes de la oposición salieron a opinar al respecto. Este miércoles la Comisión de Ética de la Federación Argentina de Asociaciones Profesionales de Trabajo Social también se pronunció sobre las declaraciones, expresando su "profundo repudio y rechazo".
"Según estos insultantes dichos de la colega y diputada provincial, tener que recurrir a un comedor para cubrir las necesidades alimentarias mínimas e indispensables para la sobrevivencia es una gran oportunidad social para aquellos sectores del pueblo con hambre. Estos dichos en boca de un ciudadano/a común pueden ser atribuibles a la ignorancia, pero en boca de una trabajadora social solo pueden ser comprendidos como productode un cínico romanticismo comunitarista, que invisibiliza que el actual resurgimiento de los comedores comunitarios es una de las más crueles expresiones sociales de las políticas económicas neoliberales de ajuste y concentración de la riqueza socialmente producida por el pueblo argentino", indicaron en un comunicado.

En esa misma línea agregaron que "asistimos a la imposibilidad de un vasto y creciente sector de la población para cubrir sus necesidades alimentarias más elementales por no tener acceso a un nivel de ingresos que permita costear, al menos, la alimentación básica de su grupo familiar". "Recurrir a comedores comunitarios es la expresión de la pérdida de toda oportunidad social. De allí que los dichos de Píparo son éticamente incompatibles con su condición de profesional de Trabajo Social, son insultantes a las poblaciones que lamentablemente deben recurrir sin otra opción a estos comedores y son lesivos de los principios éticos que rigen la profesión y de los derechos humanos más básicos, expresada como derecho a la alimentación y al trabajo", denunciaron en ese mismo escrito.
También en sus redes, la diputada de Cambiemos salió a aclarar varias veces la situación: "Desde el 97 conozco comedores y duele que nunca se dejaron de abrir nuevos, la pobreza no se niega, hay que trabajar para cambiar la realidad que dejaron. En este caso hablo de un restaurante, de solidaridad y ustedes desprecian el gesto. Su miseria es moral y no tiene límites", escribió en su Twitter apenas dos días antes de que sea publicado el comunicado de la Federación.