El exitoso programa para perder peso se implementa desde 2010. Se trata de la primera y única Unidad de este tipo en suelo bonaerense. Instalada en el Hospital Rossi, atiende a personas con sobrepeso o problemas con la comida de manera gratuita y sin dietas.
La sargento Belén Nilson y la oficial Agustina Núnez, del Comando de Patrullas de La Plata, actuaron de manera decisiva tras un llamado al 911.
Los procedimientos, realizados entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, buscaron frenar una caravana de motos en La Plata.
La iniciativa lleva más de ocho años en funcionamiento y nació con el objetivo de prevenir y evitar el surgimiento de otros males derivados de la obesidad. Se trata de enfermedades tales como diabetes, hipertensión e hígado graso, infartos o accidentes cerebro vasculares (ACV), entre otras, que se producen por la acumulación de grasa de riesgo.
“Recibíamos pacientes con infartos, hipertensión, diabetes y demás, entonces empezamos a pensar cómo podíamos hacer para prevenir esa situación. Fue así que detectamos que la mejor manera era evitando esa grasa abdominal”, explicó la jefa de la Unidad, Diana Bellone. Así fue que la doctora del servicio de Clínica Médica del hospital y la psicóloga Beatriz Garat pusieron manos a la obra para crear la entidad.
Desde entonces la Unidad trabaja en fomentar el ejercicio aeróbico de mediana intensidad que, sostenido por al menos treinta minutos diarios, es el único método para eliminar esa grasa visceral o intrabdominal.
Se trata de bajar “la pancita”, explican las especialistas. Con ese objetivo la Unidad realiza dos caminatas guiadas diarias dirigidas por la profesora de educación física especializada en obesidad Sandra von Kotsch.
Pero el programa no acaba allí, sino que también trabaja en cambiar la manera en que nos alimentamos, comprendiendo que “los alimentos no son sanos ni enfermos” en sí mismos, sino que deben ser incluidos en una dieta equilibrada. “Nosotros no damos una dieta estricta, sino que focalizamos más en esta cuestión de por qué comen como comen, en cambiar hábitos, ya que en gran parte de los pacientes el alimento se presenta como un ‘objeto de gratificación sustitutiva’. Les damos pautas de alimentación, les enseñamos, pero no hay alimentos permitidos porque en realidad tampoco hay prohibidos”, detalló la médica especialista en nutrición, María Inés Cóccaro.
“Las personas establecen una relación afectiva con la comida desde la lactancia y luego “frente a cualquier situación de sus vidas, por ejemplo, el estrés, la angustia, la felicidad, el aburrimiento, el enojo, busca a la comida como un elemento de gratificación. Por eso no se sacian, porque lo que tienen que saciar no está en el estómago, está en otro lado”, agregó Cóccaro.
La Unidad cuenta con una larga lista de casos de éxito, pero sin lugar a dudas uno de los más llamativos es el de José, un platense de 55 años que gracias al programa bajó 92 kilos en un año de trabajo. “Yo tenía mucho sobrepeso, empecé en febrero de 2017 y recién en abril me pudieron dar el peso porque la balanza pesa hasta 200 kilos. Caminaba una cuadra y me tenía que sentar dos veces, pero llega un momento que te hace un clic. Son tres pautas importantes: el compromiso, la libretita de registro, para anotar antes de comer; y las caminatas”, contó José.
“La obesidad es multifactorial, tiene que ver con cuestiones culturales y sociales, pero fundamentalmente psicológicas, es producto del lazo que cada individuo crea con el alimento. El otro factor es el sedentarismo, cada vez nos movemos menos, estamos más horas sentados”, remarcó Bellone. En ese marco, los talleres grupales que se realizan en la Unidad son fundamentales, facilitando que cada paciente pueda en palabras lo que le pasa.
Los interesados en ingresar al programa, en tanto, pueden hacerlo acercándose al hospital, de 37 entre 116 y 117, los lunes y jueves a las 13. Allí deberán atravesar un proceso de admisión y recibirán información sobre el tratamiento, que es gratuito y no requiere de derivación o turno previo.