“Casi siempre le tenemos miedo a lo que no conocemos. Sino le ponemos nombre, no lo podemos conocer ni familiarizarnos con eso”, contó Lía Del Prado, a 0221.com.ar, mientras remarcaba la importancia de perder el temor a una palabra que todavía causa estupor en la sociedad. Lía, hace 5 años se dio cuenta que tenía cáncer de mama. Se lo detectó ella misma cuando se bañaba y se hacía un autochequeo casi de forma inconsciente. Desde aquel momento su vida cambió, pero lejos de pasar a ser un martirio, la enfermedad se transformó en un motivo para modificar el rumbo, despertando la necesidad de salir a contar su historia y experiencia a todas aquellas mujeres que podían estar pasando lo mismo o que en un futuro les pudiera suceder.
Aunque muchas veces es difícil no alarmarse, la detección temprana del cáncer salva vidas y es algo de lo que todos tenemos que tomar conocimiento. “Hasta hace 20 años cáncer era sinónimo de muerte. Hoy, aunque todavía algunos medios hablen de esta ‘larga y penosa enfermedad’, no le tenemos que tener miedo, porque en realidad es algo tratable y que controlado a tiempo, es curable”, explicó Del Prado, tratando de desmitificar el mensaje errado que se reproduce en los distintos ambientes de nuestra vida cotidiana.
En el 2013, tras conocer la noticia de que tenía cáncer de mama, Lía inició el tratamiento y casi de manera paralela recibió una propuesta de parte de su médico y amigo, Federico Torrengo. “Yo tenía la cabeza en otra cosa, recién pasaba por una operación y me ofrecían hacerme cargo de un grupo de remadoras”, recordó la mujer entre risas y con cierta nostalgia. “Era una idea muy loca ¿Sobrevivientes de cáncer remando en botes milenarios chinos? De inmediato le corté y no quise saber nada”, agregó. Luego de que le insistieran varias veces, la mujer nacida en Capital Federal pero radicada en la ciudad desde su adolescencia, decidió aceptar, plantando la semilla de lo que tiempo después sería Remeras Rosas La Plata.
Esta iniciativa, fue pionera en Latinoamérica y se desprende de un trabajo de investigación del doctor Donald C. McKenzie, de la Universidad de British Columbia, quien demostró científicamente que el remo en botes dragón ayudaba a prevenir las secuelas de la enfermedad. "Con el movimiento constante de los brazos y el torso superior que se ejerce durante el remo, reduce la posibilidad de desarrollar linfedema, una posible consecuencia a raíz de vaciamiento de la mama. También ayuda a deshinchar los brazos, a la vez que fortalece los músculos", explicó Lía Del Prado sin obviar los beneficios que trae aparejada la práctica de un deporte “sea cual fuere”.
Remeras Rosas La Plata, fue creciendo año a año y muchas mujeres encontraron un sitio de contención emocional para el momento de transitar el tratamiento del cáncer y una vez recuperadas del mismo. “Nunca me imaginé que esto llegaría a transformarse en lo que es hoy. Actualmente son más de doce las agrupaciones en nuestro país que se sumaron a hacer lo mismo”, dijo Lía aclarando que desde hace un tiempo ya no está más en el día a día de este emprendimiento, el cual derivó en la creación de la Asociación Civil Dragones Rosas La Plata.
Desde su puesta en marcha, las Remeras Rosas fueron distinguidas en todos los ámbitos y son reconocidas constantemente por su labor social. Jenny Bolatti, es la presidenta de la asociación civil y la que lleva las riendas de este proyecto, que lo comenzó Lía y que hoy superó las expectativas que se habían puesto allá por el 2013. En Julio de este año, el grupo de mujeres platenses participó del Dragon Boat Festival, realizado en Florencia, Italia, en donde participaron remeras de distintos países y que sirvió para ratificar el auge y la aceptación que tiene esta práctica deportiva en la mujeres con cáncer de mama.

“Me hubiese encantado viajar Italia con el resto de las chicas, pero las cosas se dieron de otra manera”, confesó Lía Del Prado con algo de angustia. El motivo de su ausencia en el emblemático evento, fue que en enero de este año le diagnosticaron un nuevo cáncer. “Fue volviendo de practicar deporte en el agua, que me encontré nuevamente un bulto en la misma mama. De inmediato fui al medico y me dijeron que era un tumor, sin ningún tipo de relación con el anterior, no es metástasis, no es resistiva. Este era un tumor primario, pero mucho más invasivo que el otro”, contó Lía dando detalles de su estado de salud, el cual va mejorando con el correr de los días y le permite seguir difundiendo su lucha.
Con 46 años, Lía es Licenciada Psicopedagogía, con un postgrado en terapias cognitivas e integrativas en la UNLP y trabaja en un organismo del estado nacional. Actualmente se encuentra cursando la carrera de periodismo y conduce el programa radial “Proa al mundo”, por FM 99.7, en donde se cuentan distintas historias de vida y se da visibilidad a temáticas que no suelen estar en la agenda de los grandes medios. “Cuando me propuse empezar a concientizar y difundir de qué se trataba mi enfermedad, me di cuenta de que me faltaban herramientas para saber comunicar y ahí empecé a estudiar periodismo”, expresó esta mujer, la cual refleja y pregona un positivismo envidiable para afrontar los obstáculos y adversidades que se ponen en el camino de los seres humanos.

“Desde que me enteré la primera vez de lo que tenía, trate esos cinco años de vivir la vida de una forma más sencilla. Después de este segundo cáncer, intento de hacerla mucho más simple todavía. Me dí cuenta que los problemas son problemas, siempre y cuando tengamos salud para pensar cómo ocuparnos en solucionarlos”, sostuvo Lía Del Prado, al momento de explicar aspectos de su filosofía de vida.
Por último, Lía no dudó en dejarle un mensaje a todas las mujeres y a la sociedad en general: “Un tratamiento médico se transita y luego podes volver a tu vida normal. Muchas veces la gente te dice que no tuvo tiempo de hacerse el chequeo por el trabajo, los chicos, los estudios, etc. Pero no saben que después no van a tener mucho tiempo, pero para todo el resto, porque lo vas a necesitar para vos y tu cuerpo”.
Octubre, es considerado mundialmente como el mes de la concientización y lucha contra el cáncer de mama. Según estudios realizados, nueve de cada diez cambios que se pueden percibir en las mamas, no son cáncer, pero consultar a un especialista de inmediato, es fundamental. La detección temprana resulta vital para combatir esta enfermedad y es por eso que los autochequeos deben ser constantes y transformarlos en un hábito.