Este año se anotaron 620.331 alumnos de escuelas privadas para recibir los vouchers educativos, cuando en 2024 hubo más de un millón.
La cantidad de estudiantes de escuelas privadas que se anotaron para recibir los vouchers educativos en 2025 cayó drásticamente en comparación con el año anterior. Según datos oficiales del Ministerio de Capital Humano, este año se registraron 620.331 solicitudes, lo que representa una caída del 42,91% respecto a 2024, cuando hubo 1.086.584 inscripciones.
El programa, que cubre hasta el 50% de la cuota de jornada simple en colegios privados con al menos 75% de subvención estatal, contempla los niveles inicial, primario y secundario. Por ejemplo, en el nivel primario, el aporte llega a unos $13.000 por hijo en escuelas con subvención del 100%.
En pocos días comienza la inscripción para los vouchers educativos 2025 que cubren hasta el 50% de la cuota de los colegios privados subvencionadas.
Los vouchers educativos brindan apoyo económico a familias con hijos en colegios privados con aporte estatal, cubriendo parte de la cuota escolar mensual.
Entre las condiciones para acceder al beneficio se exige que el alumno sea regular en la institución y que los ingresos familiares no superen los $2.077.824 mensuales (equivalente a siete Salarios Mínimos, Vitales y Móviles). Este año, además, se sumó un nuevo requisito: las escuelas deben confirmar cada tres meses que las familias estén al día con el pago de cuotas. De no ser así, el beneficio se suspende.
Especialistas y representantes del sector educativo coinciden en que este tipo de exigencias, sumadas al monto reducido que otorga el programa, podrían haber desalentado la inscripción. Martín Zurita, secretario ejecutivo de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de Argentina (AIEPA), dijo que “el voucher cubre solo una parte de la cuota base, que no es la cuota total. Muchas familias no lo consideran un apoyo significativo”.
Desde Capital Humano relativizaron la baja, afirmando que “la reducción de la pobreza refleja el impacto de las políticas implementadas por el gobierno nacional”. Destacaron también la asistencia directa a través de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y los programas alimentarios como ejes de su estrategia contra la inflación.
En cuanto al cumplimiento de pagos por parte de las familias beneficiadas, los especialistas coincidieron en que la morosidad no fue elevada en el inicio del ciclo lectivo, aunque sí se observaron retrasos entre los sectores más vulnerables.
Toda esta situación hace que el debate sobre el alcance y la efectividad de los vouchers educativos siga abierto.