El Ministerio de Salud confirmó un caso de sarampión en un nene de 2 años e instó a reforzar la vigilancia, vacunación y consulta ante síntomas compatibles
La confirmación de un caso de sarampión en un nene de 2 años residente en Santa Elena, Entre Ríos, reactivó la alerta sanitaria emitida por el Ministerio de Salud de la Nación. El organismo señaló que el diagnóstico obliga a reforzar la vigilancia y la vacunación para evitar nuevas cadenas de transmisión.
El caso fue incluido en un boletín oficial del Ministerio, que explicó que el menor presentó fiebre alta, exantema generalizado y síntomas respiratorios. La investigación confirmó la infección mediante rt-PCR - técnica que permite detectar la presencia de un virus en una muestra- en el Laboratorio Nacional de Referencia, luego de resultados iniciales indeterminados en anticuerpos IgM realizados en una consulta pediátrica local.
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El nene permanece estable y en aislamiento domiciliario junto a su familia. La investigación detectó un antecedente de viaje a Casilda, Santa Fe, lo que orientó la búsqueda del posible origen del contagio. También se verificaron esquemas de vacunación y medidas de aislamiento en los contactos estrechos identificados por los equipos de vigilancia.
El caso surge en un contexto global marcado por el resurgimiento del sarampión, luego de que la Región de las Américas perdiera su estatus libre de transmisión endémica. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó que la circulación sostenida del virus en Canadá durante doce meses quebró la certificación regional.
El episodio fue detectado por el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS 2.0) el 5 de diciembre. El Ministerio explicó que el objetivo de la alerta es guiar a los equipos sanitarios para fortalecer la vigilancia de enfermedades febriles exantemáticas y asegurar el completamiento de los esquemas de vacunación de toda la población.
El comunicado oficial del Ministerio remarcó: “el objetivo es informar sobre la situación epidemiológica e instar a los equipos de salud a fortalecer la vigilancia de enfermedad febril exantemática (EFE), verificar y completar esquemas de vacunación y sensibilizar a la población sobre la importancia de la consulta temprana ante la aparición de fiebre y exantema”.
Las estadísticas internacionales refuerzan la preocupación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre enero y septiembre de 2025 se notificaron 360.321 casos sospechosos en 173 países. De ellos, 164.582 fueron confirmados, con mayor concentración en la Región del Mediterráneo Oriental, seguida por África y Europa.
En la Región de las Américas, la OPS registró 11.313 casos confirmados entre las semanas epidemiológicas 1 y 37 de 2025. Los países con más contagios fueron Canadá, México y Estados Unidos. Argentina reportó 35 casos, vinculados en su mayoría a importaciones y brotes activos en naciones con circulación sostenida del virus.
Los análisis muestran que los grupos de 10 a 19 años presentan la mayor cantidad de casos confirmados, seguidos por jóvenes de 20 a 29 y niños de 1 a 4 años. Sin embargo, la incidencia más alta se registra en menores de un año, con tasas superiores a otros segmentos de población.
El 71% de los casos informados en las Américas no tenía vacunación documentada y un 18% carecía de información al respecto. De acuerdo con la clasificación epidemiológica, el 71% corresponde a situaciones asociadas a importación y el 16% a casos importados, lo que confirma la reintroducción constante del virus desde el exterior.
La circulación endémica del sarampión en Argentina se interrumpió en el año 2000. Desde entonces, los brotes han sido breves y de alcance limitado. El más importante ocurrió entre 2019 y 2020, cuando se confirmaron 179 casos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA)y municipios del Gran Buenos Aires, sin transmisión sostenida posterior.
El esquema nacional de vacunación establece que todas las personas desde el año de vida deben contar con vacunación completa contra sarampión y rubéola. Los nenes de 12 meses a 4 años deben acreditar una dosis de triple viral, mientras que mayores de 5 años y adultos deben tener dos dosis aplicadas después del año.
La cartera sanitaria recomienda además medidas específicas para viajeros internacionales. Los niños de 6 a 11 meses deben recibir una “dosis cero” si el viaje es impostergable, mientras que embarazadas sin antecedentes de vacunación o sin anticuerpos no deben viajar, dado que la vacuna está contraindicada durante la gestación.