Los mercados anticipan movimientos: el resultado del oficialismo definirá si se sostiene la calma o vuelve la presión sobre la moneda estadounidense y los bonos.
Con el riesgo país en 1.081 puntos y el dólar en el techo de la banda, los analistas proyectan distintos escenarios para el día después de las elecciones. El desempeño de La Libertad Avanza será clave para definir si el mercado premia la continuidad del plan económico o reacciona con mayor dolarización y caída de activos.
La tensión cambiaria y la sobredolarización del último mes marcaron el pulso previo a las elecciones. Pese al apoyo financiero de Estados Unidos y la estabilidad buscada por el Gobierno, el mercado mantiene una expectativa sensible al resultado en las urnas. Analistas coinciden en que el nivel de respaldo a La Libertad Avanza determinará la reacción inmediata del dólar y los bonos.
En la semana previa a las elecciones legislativas, el dólar oficial volvió a superar la barrera de los $1.500 y la incertidumbre reaparece en escena.
La economía acumula 6 meses a la baja y se avizora un escenario crítico. Según la Universidad Torcuato Di Tella una recesión parece casi inevitable.
El escenario considerado "base" por los economistas ubica al oficialismo entre el 30% y el 35% de los votos. Por encima de esa franja, se espera una suba de los activos argentinos y cierta liquidación de dólares acumulados. Por debajo, el pronóstico es inverso: presión cambiaria, caída de bonos y riesgo país por encima de los 1.000 puntos.
Según un informe de Grupo IEB, el mercado considera favorable que LLA consiga al menos 86 diputados para sostener los vetos presidenciales. Sin esa base parlamentaria, el Gobierno quedaría más expuesto y con menos respaldo político.
La demanda de dólares de las últimas semanas sorprendió incluso a los operadores más cautos. Con el swap de USD 20.000 millones firmado con Estados Unidos y aportes adicionales del Tesoro norteamericano por más de USD 2.000 millones, la lógica de una corrida cambiaria parece forzada. Sin embargo, la incertidumbre electoral y la cobertura previa a los comicios reforzaron la dolarización.
De acuerdo con el economista Ramiro Tosi, el Tesoro y el Banco Central enfrentan compromisos por unos USD 5.000 millones entre letras y contratos de futuros. Por eso, un salto del tipo de cambio antes de fin de mes tendría costos elevados. Tanto el ministro de Economía, Luis Caputo, como otros funcionarios ratificaron que las bandas cambiarias se mantendrán, al menos hasta noviembre.
Un triunfo claro del oficialismo —más cerca del 40%— podría acelerar una fase de desdolarización y apuntalar el precio de los activos argentinos. En ese caso, el dólar financiero podría bajar hacia los $1.300/$1.350, con un rally en bonos y acciones, especialmente en los sectores energético y bancario.
El economista Mariano Ricciardi considera que "con ese piso y el apoyo de Estados Unidos, la economía cambia de la noche a la mañana". Sin embargo, los analistas advierten que el mercado no solo mirará los votos, sino también las señales políticas del Gobierno: la capacidad de diálogo con el PRO y los gobernadores será clave para sostener el impulso.
Desde Grupo IEB subrayan que "mientras más legisladores sume el oficialismo, más fácil le será sancionar las reformas estructurales". No obstante, advierten que un exceso de confianza tras un triunfo podría ser contraproducente si no se traduce en acuerdos políticos amplios.