lunes 10 de febrero de 2025

Nueve de cada diez propiedades bonaerenses tendrán un aumento del 200% en el impuesto inmobiliario

El Gobierno de Axel Kicillof busca actualizar los impuestos patrimoniales en función de la inflación.

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El Gobierno de la provincia de Buenos Aires, encabezado por Axel Kicillof, envió a la Legislatura la Ley Impositiva 2024 que incluye un aumento en los gravámenes patrimoniales, entre los que se encuentra un incremento del 200% en el impuesto inmobiliario que impactará en el 90% de los propietarios del territorio bonaerense. El documento incluye además un mecanismo para que los tributos se actualicen en función de la evolución de la inflación a lo largo del año.

Como informó el portal Diarios Bonaerenses, el gobernador decidió poner foco en los impuestos patrimoniales o inmobiliarios –urbanos edificados y baldío y el inmobiliario rural– y patentes. Esto es así porque pagarán más quienes más tengan.

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Los citados impuestos tendrán un primer incremento del orden del 350%, que será aplicado en función de los niveles de patrimonio. De esta forma, la escala arranca en el 140% y llega al 200% para el 90% de los contribuyentes, pero para el 10% restante con patrimonios mayores se estira al 300%.

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Axel Kicillof elevó la Ley Impositiva 2024 a la Legislatura Bonaerense, que contempla un aumento del orden del 200% en el impuesto inmobiliario.

Axel Kicillof elevó la Ley Impositiva 2024 a la Legislatura Bonaerense, que contempla un aumento del orden del 200% en el impuesto inmobiliario.

También habrá disposiciones especiales para mejorar la recaudación en sectores de ingresos concentrados: el Inmobiliario Rural y en la tasa de Carga y Descarga de puertos, que será aumentado. Respecto del impuesto sobre la tierra, el mecanismo aún no se conoce, aunque sí está descartado el revalúo, que por ley se realizará el año que viene.

Kicillof busca avanzar en un mecanismo para que esos impuestos se actualicen por inflación a lo largo del año, que hasta ahora es inédito en la provincia pero que se aplica en otras jurisdicciones, como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

El mandatario se enfrenta al recorte de las transferencias nacionales no automáticas o partidas presupuestarias, que en 2022 supusieron el 10% del presupuesto de la Provincia que es utilizado para financiar el salario docente, para desarrollo social y para la policía. En la reunión con el presidente Javier Milei, Kicillof pidió precisiones sobre las variables que podría sufrir el financiamiento de su administración, pero no las obtuvo. Pero el grueso se explica por otra dos partidas: el Fondo de Fortalecimiento Fiscal, que se creó con el 1% de coparticipación retraída a la CABA durante la crisis policial de 2020 y la compensación del Fondo del Conurbano, una renegociación parcial de coparticipación que realizó María Eugenia Vidal pero que se desactualizó: representaba tres puntos de ese reparto y ahora está en uno.

La incertidumbre sobre esos ingresos no solo llevan al gobernador a proponer este esquema impositivo, sino que pedirá un endeudamiento en pesos equivalente a 1.800 millones de dólares, que incluso podría usar parcialmente para armar un bono para pagar a proveedores, aunque no a principios de año. Triplicará, además, las Letras del Tesoro: de 100 mil millones de pesos a 300 mil millones. Es un mecanismo para cumplir con deuda de corto plazo.

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El gobernador planea que los impuestos, como en el inmobiliario, aumente siguiendo la inflación.

El gobernador planea que los impuestos, como en el inmobiliario, aumente siguiendo la inflación.

Por fuera de eso, están los créditos con organismos internacionales y multilaterales, que tienen asignaciones específicas. En ese sentido, la intención del Ejecutivo es usar los remanentes que quedaron de pedidos de endeudamientos anteriores y no fueron utilizados. Por eso no existen en el proyecto de ley montos especificados para ser solicitados a esos organismos.

EL PRESUPUESTO DE LA PROVINCIA

Por ahora, la decisión de Kicillof es prorrogar el presupuesto 2023, como se dijo porque no hay parámetros nacionales, aunque si Miel finalmente presenta una pauta propia avanzará él también con una. Mientras, negocia con la oposición –centralmente con Propuesta Republicana (PRO) y la Unión Cívica Radical (UCR)– en el endeudamiento, los impuestos y una serie de emergencias administrativas.

Una de las herramientas del gobierno es la creación de un fondo de asistencia para los municipios que reemplazaría al actual fondo de obras y al educativo. Para los intendentes, la ventaja sería que tendrían mayor posibilidad de determinar dónde gastan los fondos. La intención es avanzar la próxima semana, lo cual es un objetivo ambicioso teniendo en cuenta que las deudas de los municipios con la Provincia por la ayuda económica durante la pandemia (que ronda los 8 mil millones de pesos) está prorrogada hasta fin de diciembre y si ese mecanismo no se renueva, deberían comenzar a pagar.

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El documento además contempla la actualización tarifaria en función de la evolución de la inflación a lo largo del año.

El documento además contempla la actualización tarifaria en función de la evolución de la inflación a lo largo del año.

Las obras son otro punto clave. El gasto de capital en la provincia era del 4% del PBI en 2019 y el ministro de Economía bonaerense, Pablo López, lo llevó al 7% y quiere con este esquema mantenerlo. Es bajo en comparación a otras provincias que invierten un promedio del 14%n de sus presupuestos, pero esencial también para los intendentes: esas obras se hacen en los territorios.

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