El presidente Javier Milei decidió apartar a Florencia Mizrahi de la dirección de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), luego de presuntos desacuerdos entre la funcionaria y el Ejecutivo. Este cambio se produce -de acuerdo a la lectura interna- en el marco de un plan de reestructuración que busca equilibrar las cuentas públicas.
La destitución de Mizrahi ocurre apenas un mes después de que el Gobierno implementara la transformación de la AFIP en ARCA. Este cambio incluyó medidas polémicas, como la eliminación de altos salarios dentro del organismo, lo que habría desatado tensiones internas.
Esa medida de cambiar la estructura de la AFIP se enmarca en un ajuste más amplio, destinado a reducir los costos operativos y mejorar la eficiencia en la recaudación tributaria y aduanera.
Según analistas, la reestructuración de la agencia también responde a la necesidad de redefinir la gestión de los recursos públicos en un contexto económico crítico, marcado por inflación, devaluación y una creciente deuda externa. En este panorama, el gobierno le plantea a la nueva agencia ARCA el desafío de implementar políticas fiscales que apoyen la recuperación económica sin descuidar el objetivo de reducir el déficit fiscal.
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Javier Milei desplazó a Florencia Mizrahi de ARCA, la agencia que desplazó a la AFIP
Las consecuencias de la salid de Florencia Mizrahi de ARCA
El alejamiento de Mizrahi podría tener impacto dentro de la administración pública. Si bien el Gobierno sostiene que la medida es necesaria para avanzar en su plan de ajuste, la ex funcionaria era una figura clave en el esquema económico previo, lo que podría generar un vacío de poder o alterar estrategias previamente delineadas.
En este contexto, los cambios en la dirección de ARCA se perfilan como un punto clave para el Gobierno de Milei, que busca consolidar su proyecto económico en medio de un clima político y social desafiante.